La presidenta de la UISG, Carmen Sammut, explicó al pontífice que durante la asamblea hablaron de los abusos a menores de edad en la Iglesia, pero también de las religiosas víctimas de abusos sexuales y de poder.
"El abuso de religiosas es un problema serio y grave y yo soy consciente y también existe en Roma por la información que llega", dijo el Papa.
Francisco también pidió luchar contra los abusos sexuales, de poder y conciencia, pero también contra el fenómeno de que las monjas sean sometidas a la servidumbre.
"Por favor, servir sí, servidumbre no. Tú no te has hecho religiosa para ser la sirvienta de un clérigo", recordó el pontífice.
"Trabajen en los dicasterios, en la administración de una nunciatura, pero sirvientas no. Solo en las casas de los enfermos, porque esto es servicio, pero no servidumbre", sostuvo.
El pontífice les recordó también que “nadie nos puede robar la pasión por la evangelización".
"No hay Pascua sin misión: 'Vayan y anuncien el Evangelio a todos los hombres'", les pidió.
En relación con la ordenación de diaconisas, que la UISG planteó en su anterior encuentro con el papa en 2016, Francisco reiteró que por el momento "no se ha llegado a un acuerdo".
Francisco prefirió entregarles el discurso que les había preparado y responder a las preguntas que les fueron formulando.+
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