Buenos Aires (AICA): El director general de los Legionarios de Cristo, padre Eduardo Robles-Gil, comunicó este sábado que la Santa Sede aprobó las nuevas constituciones de esa congregación religiosa. Con este paso se cumple el objetivo principal del proceso de renovación iniciado en 2010 por mandato de Benedicto XVI y continuado por Francisco a través de un delegado pontificio, el cardenal Velasio De Paolis. El texto es resultado de un trabajo de consulta y reflexión que duró prácticamente tres años y en la que todos los legionarios tuvieron oportunidad de participar y aportar y que culminó con la celebración del Capítulo General Extraordinario en enero y febrero de 2014.
Con este paso se cumple el objetivo principal del proceso de renovación iniciado en 2010 por mandato de Benedicto XVI y continuado por Francisco a través de un Delegado Pontificio, el cardenal Velasio De Paolis. El texto es resultado de un trabajo de consulta y reflexión que duró prácticamente tres años y en la que todos los legionarios tuvieron oportunidad de participar y aportar y que culminó con la celebración del Capítulo General Extraordinario en enero y febrero de 2014.
Entre los cometidos principales del proceso de renovación estaban la clarificación del carisma, la simplificación y reducción de las normas, asegurar un ejercicio de la autoridad más participativo y conforme al Derecho Canónico, y la formación de los legionarios, con especial atención a la responsabilidad de cada uno de hacer su propio discernimiento vocacional y garantizar la distinción entre el fuero interno y el fuero externo.
El padre Robles-Gil afirma en su carta: «Tenemos ahora en nuestras manos el texto de nuestras Constituciones que describe para cada uno de nosotros el modo específico de vivir la vida religiosa en la Legión, siendo así el camino que nos guía hacia la santidad y la fecundidad apostólica al servicio de la Iglesia y de los hombres».
Las constituciones de una congregación religiosa contienen las normas fundamentales que custodian y promueven la vivencia y desarrollo del propio carisma. En ellas se contienen las normas esenciales sobre la identidad y misión de la congregación, su gobierno y disciplina; la incorporación y formación de los miembros; el objeto de los vínculos sagrados. En ellas se deben armonizar los elementos espirituales y jurídicos, sin multiplicar las normas innecesariamente. Las aprueba la autoridad eclesiástica competente. En el caso de la Legión de Cristo, que es una congregación de derecho pontificio, la aprobación corresponde a la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
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