“Las elecciones no son una batalla, sino poner a consideración del pueblo una propuesta de gobierno - que los diversos partidos y candidatos creen que es lo mejor para proveer al bien común”, opinó el obispo.
“Después del 25 de octubre y del 10 de diciembre la vida continúa”, agregó monseñor Bitar, quien convocó a los políticos electos a poner “toda la pasión, el tiempo, los recursos y las visitas de estos meses de campaña en el cumplimiento de las promesas electorales” con actitud de servicio, de diálogo y de cercanía a todos los sectores.
El prelado también pidió que los funcionarios se comporten como servidores públicos, porque solo así se hacen acreedores de una auténtica credibilidad. “Un presidente, gobernador o intendente no es un ser superior, o dueño de la gente, sino un servidor del pueblo. Ojalá lo sean aquellos que como pueblo elijamos: hombres y mujeres con capacidad de gestión, pero unido a la honestidad y a la sobriedad de vida”, manifestó.
“Roguemos por nuestra patria y trabajemos, cada uno de los ciudadanos, desde nuestro lugar por la unidad, el diálogo, el respeto y la paz”, concluyó el obispo.+
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