Mons. Bressanelli instó a profundizar la Pastoral Carcelaria en Neuquén
Para ser cada vez más una Iglesia “en salida hacia las periferias”, el prelado propuso a la comunidad diocesana dirigir la mirada del corazón a “las mujeres y hombres que se encuentran privados de su libertad”.
“Las cárceles, alcaidías y comisarías se siguen superpoblando de personas cada vez más jóvenes”, advirtió, y destacó que en sus visitas a los presos fue testigo “de la alegría con que reciben a quienes les brindan amor cristiano y comparten con ellos la Palabra, la oración y una ayuda solidaria”.
“En varias ciudades hay sacerdotes, religiosos y religiosas, diáconos y laicos que visitan a los presos, pero todavía son muchos los lugares de detención en los que no estamos presentes, o lo estamos de manera muy parcial (por ejemplo en el complejo carcelario de Senillosa, en Unidad Once de Parque Industrial, en varias cárceles del interior y en muchas comisarías”, precisó.
El obispo neuquino sugirió a sacerdotes, diáconos, religiosos y agentes de pastoral que “hablen de este servicio específico y motiven a sus comunidades, invitando a aquellos que quieran sumarse para ser misioneros de la Misericordia en el ‘mundo de la carcelación’ (los presos, los liberados, sus familias, el personal penitenciario, las víctimas…)”.
Tras valorar la “calidad humana y cristiana de los actuales agentes de pastoral Carcelaria de la diócesis de Neuquén”, sostuvo: ¡Agradezco de esto a Dios! pero necesitamos muchos más”.
En ese sentido, pidió que inviten a alguien que ya visita a los presos en su ciudad o pueblo, para que “brinden su testimonio, en alguna misa o reunión. Y en la medida en que descubran indicios de interés por parte de alguno, que los pongan en contacto con el equipo de pastoral carcelaria, para que le ofrezcan la preparación necesaria y con creatividad pastoral encuentren nuevas formas de llevar la alegría del Evangelio a las prisiones”.
Monseñor Bressanelli anunció que los días 16 y 17 de septiembre en Junín de los Andes se realizará un Encuentro Diocesano de Pastoral Carcelaria y estimó que en ese marco “la oración en común, los temas formativos y el intercambio de experiencias serán muy valiosos para renovar su entusiasmo y consensuar líneas de acción con otros hermanos de la diócesis”.
“Aprovechemos esta oportunidad y hagamos todo lo posible para favorecer la participación de quienes ya desempeñan esta misión. María, madre de la Iglesia y de los desamparados, tuvo en su corazón a los reclusos de todos los tiempos cuando lo hizo con Jesús ‘preso por amor a los hombres’. A Ella encomendamos a nuestros hermanos encarcelados y el servicio pastoral de la Iglesia en este hermoso y urgente campo de la marginación social”, concluyó.+
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