Mons. Ñáñez animó a que la beatificación de la Madre Catalina “sea una fiesta evangelizadora”
En su homilía, el prelado habló del XIº Sínodo Arquidiocesano y les dijo a los consagrados que el voto de castidad invita -ante todo- a ser todo de Dios, tener el corazón en sintonía y, desde allí, a darse a los demás, con libertad y hasta con heroísmo.
Monseñor Ñáñez reconoció el trabajo que están realizando las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús con la preparación de la beatificación de la Madre Catalina de María Rodríguez “para que sea una verdadera fiesta evangelizadora”.
Y exhortó: “Como consagrados de Córdoba debemos sumarnos, ayudar, no vivirla sólo como espectadores, más bien hacer de la beatificación una ofrenda de la Iglesia de Córdoba a la Iglesia argentina, porque Catalina es de todos”.
La misa se celebró en la iglesia de Santa Catalina de Siena, de la ciudad de Córdoba, lugar muy querido y frecuentado por la Madre Catalina. El 15 de septiembre de 1865, camino a esa iglesia, sintió la inspiración de fundar la familia religiosa de las Esclavas, su “Sueño Dorado”. Ese día, llegó a la adoración y no pudo rezar porque ese pensamiento la envolvió de manera determinante. Por eso, salió y le contó a su hermana de este sueño, quien la animó. Con esa confirmación y la escucha del padre David Luque sintió la seguridad de que era voluntad de Dios y fundó entonces, en 1872, la primera congregación de vida apostólica de la Argentina, las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús.+
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