La devoción al Señor del Milagro en el mencionado lugar se remonta al 1886, cuando, en circunstancias extraordinarias, el señor Rufino Ignes descubrió una imagen del Señor Crucificado entre dos ramas entrecruzadas de un coposo vizcote, de donde lo sacó para llevarlo a su casa y comenzar una tierna devoción durante 16 años con el rezo anual del novenario.
Esta piadosa práctica la continuó su hijo, José Manuel Ignes, quien, a la celebración mencionada, agregó el traslado de la imagen a otros distritos, pasando por Muschaca para visitar Huaco, Chaquiago y Choya, contando con la compañía de numerosos devotos que honraban festivamente al Señor.
Estas manifestaciones de amor a Jesús crucificado se radicaron finalmente en Amanao, donde en 1942 y a instancias del maestro Juan Vega, el señor Victoriano Álvarez donó un terreno de 20 metros de frente por 30 metros de fondo, donde se levantó una capilla, en tiempos en que era párroco el Presbítero Juan Andreatta.
En la actualidad se pudo ampliar el predio trabajándose en el mismo para todo lo concerniente a las construcciones y para la acción pastoral bajo el impulso y con el invalorable compromiso apostólico de los miembros de la Comisión compuesta por Darío Contres, Catalina Paula Salvatierra, Alcira Amalia Salvatierra, Gladys Murúa y Dora Salvatierra.+
Publicar un comentario