Mons. Martínez en la Expocarismas: "Evangelizar es hacer consistente el amor y la caridad"
Más de 15 puestos armados frente a la catedral San José presentaron los diversos carismas y dones presentes en la Iglesia católica. También hubo puestos de escuelas, fundaciones e institutos educativos en diferentes niveles, y los movimientos y pastorales que trabajan o hacen algún servicio en la diócesis de Posadas, en diferentes ciudades. Además, estuvieron presentes distintas congregaciones de religiosos y religiosas.
La jornada estuvo animada por los seminaristas que cursan su formación en el seminario diocesano Santo Cura de Ars, que desde este año recibe a seminaristas de las tres diócesis que componen la provincia (Posadas, Oberá y Puerto Iguazú). Ellos fueron los encargados de realizar diferentes juegos de integración.
Para finalizar la jornada, el obispo diocesano, monseñor Juan Rubén Martínez, presidió la Eucaristía en la catedral San José. En su homilía, destacó principalmente la figura de nuestra madre María, en el día de su natividad.
El prelado señaló que la expocarisma “presenta lo que Dios propone, con los dones y carismas que Dios provee. Con numerosos movimientos de nuestra diócesis, la vida consagrada, algunas congregaciones especiales, expresiones del espíritu, movimientos y pastorales”.
“Hoy queremos agradecer por estos dones específicos pero queremos agradecer todas las vocaciones. Queremos agradecer de manera especial por los seminaristas, porque el viernes en Candelaria recibieron los ministerios del acolitado y el lectorado”, recordó.
“Esto a veces no se hace público pero hoy pudimos ver en la plaza los dones de Dios. La gente que pone sus dones y su tiempo al servicio de. Dios. Hay miles de gestos de solidaridad donde se vive la comunión de bienes, donde podemos ver el verdadero amor”, añadió.
“El Evangelio de Marcos nos señala a Jesús haciendo gestos en su vida pública. Estos gestos expresan que el reino de Dios ya empezó. Jesús es el reino de Dios presente en medio nuestro, teniendo especialmente en cuenta a los que viven solos, en el dolor o en la marginalidad. Es importante que nos demos cuenta de que es un reino contradictorio, porque se demuestra en la pobreza y con la caridad, no en la riqueza o con grandes cosas”, sostuvo.
“Entendamos que evangelizar es hacer consistente el amor y la caridad. Toda la evangelización debería estar impregnada en el misterio de la Eucaristía, en nuestra cotidianidad y en nuestra vida. Evitando ser pragmáticos y materialistas, sino buscando ser discípulos en el amor y en la caridad, viviendo un discipulado eucarístico. Teniendo en cuenta a todos, pero en especial a los que están sufriendo”, continuó.
“Pidamos tener un corazón misericordioso para que los otros puedan conocer más a Jesús”, concluyó.
Publicar un comentario