Mons. Torres pide superar las “lamentaciones estériles”

Mons. Torres pide superar las “lamentaciones estériles”

Mons. Pedro Torres, obispo auxiliar de Córdoba. ver más

Córdoba (AICA): El obispo auxiliar de Córdoba, monseñor Pedro Torres, publicó una columna de opinión en el diario La Voz del Interior en la que advierte que los argentinos se quejan de cosas cotidianas y superficiales, pero están “adormecidos” para reaccionar frente a las “profundas heridas” a la justicia, a la equidad y a la dignidad en nuestra forma de vida.

El obispo auxiliar de Córdoba, monseñor Pedro Torres, publicó una columna de opinión en el diario La Voz del Interior en la que advierte del “adormecimiento” de los argentinos para reaccionar frente a las “profundas heridas” a la justicia, a la equidad y a la dignidad en nuestra forma de vida.

Observando que, según información de Internet, la Argentina es uno de los países con mayor índice de quejosos del mundo, el obispo comentó que las lamentaciones ocupan un lugar importante en la Biblia, a tal modo de comprender un libro propio atribuido al profeta Jeremías.

Monseñor Torres explicó que este libro contiene cinco cánticos, en los que se hace duelo por la destrucción del reino de Judá y, sobre todo, de la ciudad de Jerusalén por el ejército de Nabucodonosor, 586 años antes de Cristo. También destacó los escritos de san Gregorio de Narek, Doctor de la Iglesia, y recordó una de sus plegarias.

San Gregorio dice: «Hubo un tiempo en que yo no existía, y tú me creaste. No había pedido nada, y tú me hiciste. Todavía no había salido a la luz, y me viste. No había aparecido, y te compadeciste de mí. No te había invocado todavía, y te ocupaste de mí. (...) No había articulado ningún sonido, y me comprendiste. No había todavía suspirado, y me escuchaste. Aun sabiendo lo que actualmente iba a ser, no me despreciaste».

La cita de monseñor continuó con lo siguiente: «Habiendo considerado con tu mirada precavida las faltas que tengo por ser pecador, sin embargo, me modelaste. (...) A mí, que estoy seco, hazme florecer de nuevo en belleza y esplendor según las palabras divinas del santo profeta (...) Tú, el sólo Protector, te pido quieras echar sobre mí una mirada surgida de la solicitud de tu amor indecible (...) y de la nada crearás en mí la misma luz».

“¡Qué distinto del espíritu de queja egoísta y autorreferencial que muchas veces está en la raíz de la tristeza en nuestra cultura! Si el dolor no se expresa, si la impunidad suple a la justicia, si el resentimiento y la desesperanza se convierten en queja y murmuración, no es posible la alegría”, sostuvo el prelado.

Monseñor Torres llamó a tener una mirada autocrítica y profética de la historia para superar las lamentaciones estériles con la certeza del amor y el compromiso esperanzado en un futuro mejor.+

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