De esta manera –continúa la nota de prensa- se amplía el espacio abierto a las visitas de las Villas Pontificias: los jardines de Villa Barberini, se pueden visitar ya desde hace dos años y la Galería de los Retratos de los pontífices desde el año pasado. Ahora, a partir de este sábado, se añaden las habitaciones usadas por los papas como descanso de verano.
Las visitas podrán realizarse todos los días excepto el domingo y se podrán reservar desde la página web de los museos vaticanos.
El territorio de Castelgandolfo fue adquirido por la “Cámara Apostólica” en 1596, definiéndolo “patrimonio inalienable” de la Santa Sede en mayo de 1604. Fue elegido como sede de las vacaciones por numerosos Papas, desde Urbano VIII (de 1623 a 1644). La localidad fue reconquistada por Italia en 1870 y solo hasta 1929, con el nacimiento del Estado de la Ciudad del Vaticano y con la firma de los Pactos de Letrán, la villa pontificia se convirtió definitiva y oficialmente en la residencia de verano de los pontífices.
En la época moderna, en Castelgandolfo transcurrieron sus períodos de descanso Juan XXIII, Pablo VI (quien ahí murió el 6 de agosto de 1978), su sucesor Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI, el último en utilizar esta ‘residencia de verano’. Además, el papa emérito pasó en este lugar sus primeras semanas de retiro tras su renuncia. Es decir, desde el 28 de febrero de 2013 hasta su regreso al Vaticano, el 2 de mayo, tras la elección de Francisco como sucesor de Pedro. El papa Francisco nunca pasó sus vacaciones estivales en esta localidad, a 25 kilómetros de Roma, prefiriendo permanecer en la residencia de Santa Marta, en el Vaticano.
El director de los Museos Vaticano, Antonio Paolucci explicó que “el papa Francisco nos dijo: “Yo no uso Castelgandolfo. ¿Por qué no podrá disfrutarlo la gente? Entonces nos llamó a nosotros, a sus colaboradores y nos pidió que abriéramos las villas pontificias al pueblo”.
La residencia de Castelgandolfo es un edificio lleno de memorias sorprendentes, como la historia de las miles de personas que Pío XII acogió durante la persecución nazi de la II Guerra Mundial.
“En aquel período Pío XII abrió las puertas a su pueblo y a todos los que quisieran entrar. Recibimos a más de 12.000 personas y en la habitación del Papa hasta llegaron a nacer 32 niños”, señaló Osvaldo Gianoli, director de las Villas Pontificias. .
Al entrar en las Villas Pontificias de Castelgandolfo se encuentran con importantes restos de una de las más famosas villas de la antigüedad, la Albanum Domitiani, gran residencia de campo del emperador Domiciano (81-96 d.C.), que tenía una extensión de 14 km2, desde la Via Appia hasta el lago de Albano.
Las Villas Pontificias se levantan sobre los restos de la parte central de la residencia imperial que incluía, según la hipótesis de algunos estudiosos, también la Arx Albana, situada en el extremo de la colina de Castelgandolfo, donde ahora se yergue el Palacio Pontificio y que tiempo atrás comprendía el centro de la antigua Albalonga.+
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