Mons. Lozano se despidió de Gualeguaychú: “No tengo motivos para estar triste, sino agradecido”

Mons. Lozano se despidió de Gualeguaychú: “No tengo motivos para estar triste, sino agradecido”

Gualeguaychú (Entre Ríos) (AICA): Monseñor Jorge Lozano aseguró que no tiene motivos para “estar triste, sino agradecido”, al despedirse de la comunidad diocesana de Gualeguaychú, que deja para asumir su nueva misión pastoral como arzobispo coadjutor de San Juan de Cuyo. “Ante las despedidas es bueno tener a mano ‘un alguito’ para dejar con cariño en esos lugares queridos, casi como una excusa para volver”, recordó, pero en este caso reconoció: “No dejo ‘un alguito’ en Gualeguaychú: aquí quedan personas concretas con gestos concretos que son los mismos que van a seguir latiendo con su recuerdo en mi alma y cada vez que el bueno de Dios, generoso en sorpresas, nos invite al reencuentro”.
“Cuando se abandona el pago y se empieza a repechar, tira el caballo adelante y el alma tira pa’ atrás”. El obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano, eligió esas frase de una zamba de Don Atahualpa Yupamqui, para graficar las sentimientos que lo embarga al despedirse de la diócesis para asumir su nueva misión pastoral como arzobispo coadjutor de San Juan de Cuyo.

“Hoy no tengo motivos para estar triste, sino agradecido. Dios me ha mimado entre ustedes y con ustedes. Soy un obispo feliz. Se han ganado un gran lugar en mi corazón. Los quiero de verdad. He disfrutado cada encuentro, cada celebración. El trabajo y los mates. Me llevo el corazón repleto de rostros, historias, diálogos… la vida que hemos compartido como miembros de la Iglesia peregrina”, aseguró.

El prelado recordó que “la vocación sacerdotal nos impulsa a entrar en contacto con los que el Señor Jesús va poniendo en nuestro camino” y afirmó que “llevamos a la oración las historias de cada persona con la que dialogamos, o que ayudamos a acercarse más a Dios por medio del sacramento de la reconciliación”.

“Muchas veces me quedo conversando con Dios o repasando delante de Él lo que he escuchado: sufrimientos, esperanzas, desencantos, fracasos, alegría”, indicó, y agregó: “Por eso los cambios por un lado nos cuestan, y a su vez nos renuevan en el deseo de servicio desinteresado”.

El obispo sostuvo que “ser ‘pastor con olor a oveja’, como nos insiste Francisco, es fruto del amor por Jesús y por los que Él ama. Somos permanentemente enviados por el Señor Resucitado a dar testimonio de su amor” y destacó que “la dimensión misionera de la fe nos impulsa a ir al encuentro de quienes están en las periferias geográficas y existenciales. Ser ‘Iglesia en salida’ que deja de lado el encierro y la comodidad”.

“Hoy después de más de 10 años y medio de ser parte de esta Iglesia diocesana rezo con el salmo: ‘Te doy gracias, Señor, por tu amor, no abandones la obra de tus manos’”, señaló.

“Durante varios años nos hemos comunicado semanalmente por medios impresos y electrónicos. No quiero dejar de agradecerles que fueron ellos los que nos han permitido semana tras semana encontrarnos y conversar. Intentaré mantener por un tiempo esta presencia”, se comprometió.

Monseñor Lozano consideró que “ante las despedidas es bueno tener a mano ‘un alguito’ para dejar con cariño en esos lugares queridos, casi como una excusa para volver”, pero reconoció: “No dejo ‘un alguito’ en Gualeguaychú: aquí quedan personas concretas con gestos concretos que son los mismos que van a seguir latiendo con su recuerdo en mi alma y cada vez que el bueno de Dios, generoso en sorpresas, nos invite al reencuentro”.+

Let's block ads! (Why?)

Etiquetas:

Publicar un comentario

[facebook][blogger][disqus]

Diocesis de Celaya

Forma de Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets