Los expositores hablaron ante un nutrido auditorio, en el que estaba Jorge Triaca, ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación; Roberto Moro, secretario de la Secretaría de Programación de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar); Alberto Abriani, subsecretario de Culto de la Nación y Arturo Flier, secretario de Integración Comunitaria del Municipio de San Isidro.
Monseñor Ojea abrió la actividad que reunió a empresarios y funcionarios de la primera línea del ámbito gubernamental nacional, provincial y municipal, y a representantes del sector sindical.
“Desde la diócesis de San Isidro pusimos en foco el tema de los jóvenes en riesgo que viven en nuestros barrios carenciados; al comienzo nos dimos cuenta de que aquellos que sufrían por el consumo de drogas, no ambulaban a un tratamiento, entonces había que estar con ellos, aprender un modo creativo de intervención; así encontramos la comprensión del BID, con quien hicimos un convenio y pudimos comenzar hace dos años, con el compromiso de los Municipios, a desarrollar el programa de los Centros Barriales Diocesanos”, destacó.
El prelado puntualizó que esta iniciativa cuenta con cuatro Centros, de los cuales dos funcionan en San Isidro, uno en Tigre y uno en el partido de Vicente López; desde allí se alcanza un fuerte impacto positivo en los jóvenes que buscan superar y abandonar el consumo de drogas y que viven en contexto de vulnerabilidad social.
A su turno la ministra Stanley se refirió a los jóvenes que concurren a los Centros Barriales Diocesanos y llamó a “entender qué necesita el otro”, al afirmar que “si todos lo intentamos, vamos a lograr un país en el que todos lograremos sentirnos más parte”.
Asimismo, subrayó el compromiso que moviliza a quienes salen a buscar a quien está desamparado, y espera a quien le tienda su mano para salir de la adicción a las drogas.
En el marco del convenio entre el BID y el Obispado, el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), realizó un estudio/diagnóstico, que fue presentado por María Edo y sirvieron como el factor cuantitativo que reforzó la importancia del trabajo impostergable que se realiza en los Centros Barriales.
Lupo destacó la magnitud de la experiencia obtenida por el BID, organismo al que representa y que acompañó desde el comienzo de 2015 el desarrollo de los Centros Barriales Diocesanos. Asimismo puntualizó tres factores que caracterizan el trabajo más que satisfactorio que se realiza a través de los cuatro Centros: la cercanía, la proximidad, la confianza y que permitieron alcanzar metas sin precedentes en otros proyectos de índole similar, por lo cual se llevará este programa a otros países de América Latina.
Aprovechó también para expresar su preocupación por la sostenibilidad, por lo cual convocó al sector público generador políticas públicas, al sector privado y a la sociedad a comprometerse a mantener estos ámbitos de recuperación de la adicción de los jóvenes.
Estuvo presente el testimonio de tres jóvenes que participan en los Centro Barriales Diocesanos ubicados en el partido de Vicente López, y de la coordinadora de dicho espacio, Guadalupe Sonego.
El encuentro que tuvo lugar en el salón papa Francisco de la Universidad de San Isidro, contó también con la presencia de empresarios, sindicalistas, sacerdotes que acompañan pastoralmente a los Centros, trabajadores y jóvenes que participan en los cuatro Centros Barriales Diocesanos.+
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