El Card. Poli a niños: imitar a Cura Brochero y Mama Antula, “dos samaritanos”
“Los santos cumplieron estos mandamientos del prójimo, hacer todo lo que podemos hacer cuando el otro nos necesita. Y ejemplos tenemos en el cielo muchísimos”, subrayó.
El purpurado mantuvo un diálogo con las marionetas gigantes que representaban al Santo Cura Brochero y a la beata Mama Antula, a quienes describió como “dos samaritanos”.
A cada pregunta del cardenal Poli, el santo y la beata detallaron cuál era la realidad de su tiempo y cómo desarrollaban su tarea misionera y pastoral.
“En esta aventura de la misericordia me he dado cuenta de que en realidad es una bienaventuranza, lo que más me gustó fue llevar a Jesús a los más pobres, a los necesitados, a los presos, a esos que no sabían que eran príncipes porque son hijos de Dios”, dijo la beata.
El cardenal Poli destacó el hecho de que el Cura Brochero haya sido canonizado junto a su mula Malacara, y en ese sentido el santo afirmó que ella lo llevó por “todos lados hacia una aventura tremenda de misericordia con los enfermos, los pobres, los abandonados y, sobre todo, los que querían acercarse a Jesús con los ejercicios espirituales”.
La vigésima novena edición de la Misa de Niños llevó por lema “La aventura de la misericordia” y fue organizada por la Vicaría Episcopal para Niños.
La misa presidida por el cardenal Poli fue concelebrada por los obispos auxiliares monseñor Enrique Eguía Seguí, monseñor Juan Carlos Ares, y monseñor Ernesto Giobando SJ, responsable de la Vicaría para Niños, y más de 50 sacerdotes.
Bajo lluvias de papelitos plateados, humo blanco y pelotas gigantes con el logo impreso de la Vicaría para Niños, los chicos cantaron el Santo y el Cordero de Dios mientras agitaban las banderas de sus parroquias, colegios y movimientos haciendo entre todos una gran fiesta de color y música.
La música en vivo estuvo a cargo de un grupo interparroquial, coordinado por el presbítero Ricardo Aloé, párroco de San Bernardo del barrio de Villa Crespo.
Al finalizar la misa, el escenario dio espacio a una obra musical titulada “La aventura de la misericordia”, lema de la misa de este año, y cuyos protagonistas fueron marionetas gigantes que, entre otros personajes, representaron a Jesús, la Virgen María, la beata Mama Antula, el santo Cura Brochero y el Negrito Manuel. También se interpretó la Chacarera a Mama Antula.
Por último, monseñor Giobando agradeció a quienes colaboraron para que esta misa fuera posible: “Gracias a Jesús, María, Mama Antula, Brochero”, y rezó una oración al nuevo santo argentino y cordobés.
“Gracias al personal del Luna Park, la Policía Federal Argentina, los jóvenes de San Pedro, Dulcísimo Nombre de Jesús, San José de Flores. A Luján y Gonzalo, los animadores, a catequistas, padres, madres y al grupo que da vida a la Vicaría para Niños. Nos vemos el año que viene”, concluyó.+
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