Mons. Lozano: “Me llevo el corazón repleto”
En su homilía, monseñor Lozano recordó la frase con que comenzó su primera predicación al frente de la diócesis: “Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él”, y afirmó que es una confesión de fe que quiso tener presente en la tarea de cada día.
“Hoy no tengo motivos para estar triste, sino agradecido”, manifestó el prelado, quien expresó además su cariño por la comunidad, y se definió como “un obispo feliz”: “He disfrutado cada encuentro, cada celebración. El trabajo y los mates. Me llevo el corazón repleto de rostros, historias, diálogos… la vida que hemos compartido como miembros de la Iglesia peregrina”, expresó, agradecido por los frutos de su trabajo, reconociendo también sus defectos a lo largo de estos diez años: “Sé que llevo el tesoro del ministerio episcopal en una vasija de barro”, aseguró.
Además, el prelado pidió perdón a quienes haya defraudado, ofendido o lastimado, y expresó que no se lleva “ningún rencor ni sentimiento malo”, pero sí una cuenta pendiente, que pidió a la comunidad que lo ayude a saldar: “Me quedó pendiente compartir más tiempo con Jesús en los pobres en las cárceles, los hospitales, los barrios más carenciados”.
Monseñor Lozano recordó también cuando asumió el obispado en Gualeguaychú, con incertidumbre pero también con confianza en la Gracia de Dios, y contó que, llamado a ser arzobispo coadjutor de San Juan, asume hoy el desafío con la misma confianza: “Digo sí, con alegría, sin saber qué tareas deberé desarrollar, cómo son aquellas comunidades, qué dificultades deberé afrontar y qué esperanzas alentar”.
Para finalizar, pidió a la comunidad plasmar el objetivo de promover la comunión y la misión siendo “Iglesia en salida”, y los llamó a vivir “con responsabilidad y entrega” este tiempo, rezando por el Papa, contemplando a la Virgen y acordándose de los pobres.
Durante la misa, la diócesis de Gualeguaychú le obsequió al obispo una casulla con la imagen de la Virgen del Rosario. También recibió una carta de las hermanas carmelitas, y la palabra de los miembros del hogar de Cristo Nazareth, una de sus obras pastorales. Al finalizar la celebración, los presentes compartieron una cena.
Las instituciones despidieron al obispo
Las instituciones civiles de la ciudad de Gualeguaychú también despidieron a monseñor Lozano, en un acto llevado a cabo el jueves 27 por la noche en el Instituto Magnasco, del que participaron autoridades locales, provinciales y de algunas fuerzas de seguridad.
Durante la ceremonia, se le entregó al obispo un recordatorio, donde se destacó su laboral social y pastoral, y le auguraron éxito en su nuevo cargo, como arzobispo coadjutor en la arquidiócesis de San Juan.
Acompañado por los representantes de las instituciones que impulsaron la idea, el viceintendente, Jorge Maradey, y el intendente de Pueblo General Belgrano, Mauricio Davico, monseñor Lozano descubrió el recordatorio y recibió el decreto municipal por el cual el acto fue declarado de interés municipal.
El documento señala que “las organizaciones del pueblo de Gualeguaychú ponen de manifiesto su agradecimiento al señor obispo, Jorge Eduardo Lozano, por su entrega generosa al servicio de las necesidades sociales, culturales e institucionales de la comunidad. Auguran iguales logros en su nuevo destino”.
El obispo agradeció el reconocimiento y reflexionó sobre la importancia de las instituciones en la sociedad.+
Publicar un comentario