Mons. Luis Fernández: La Iglesia “ayuda a entender más la inmortalidad del alma”
En la nota, el prelado lamentó “que se malinterpreten estos temas de la Iglesia y se tergiversen”, refiriéndose a diferentes interpretaciones y críticas que circularon a través de los medios de comunicación desde la publicación del documento, el martes 25 de octubre.
“Lo que quiere hacer esta instrucción no es otra cosa que ayudar a los creyentes, motivar, y no perder eso tan hermoso que la Iglesia, a lo largo de tantos siglos ha tenido, que es el culto a los difuntos”, explicó.
Asimismo, expresó su preocupación por la “división”, el “enfrentamiento” y el “desencuentro” porque “estar siempre en contra, estar desmintiendo, poniéndose en la vereda de enfrente, eso nos hace mucho mal”, sostuvo.
Por eso, monseñor Fernández llamó a “acercarnos, cuidarnos y saber escucharnos”, y se refirió a la responsabilidad de los periodistas para que “la gente, al sentirse informada, pueda llevar mejor la vida”.
Luego reiteró: “Lo que la Iglesia ha querido ahora es orientar y, en ese sentido, es verdad que no descalifica a quien quiere con sus difuntos cremarlos, pero sobre todo debe darle orientaciones”.
Además, en la actualidad, la conservación de las cenizas en el hogar, como recuerdos conmemorativos o su dispersión en la naturaleza, es una praxis cada vez más común. Al respecto, el obispo manifestó: “Yo entiendo lo de tirar las cenizas al mar o en un estadio, pero realmente cuando los creyentes sabemos que ese culto que le tenemos a difuntos -que no es simplemente algo que pasó, que vivió y se tiró- sino que hasta queremos ir al lugar donde ha quedado algo de ellos, tirarlos al mar, al océano que es tan amplio, es como que se pierde”.
Por esta razón, destacó la importancia para los cristianos de “poder ir y encontrar en un lugar sagrado como un cementerio o el cinerario en una iglesia, un espacio donde, pasando nomás caminando, puedo hacer una mirada hacia el lugar donde sé que ahí quedó lo último de este ser que amé, que quise, y ahí va a estar; y yo le puedo hacer una oración, comunicarme y pedir a Dios y que él me responda”.
“Creo que esto es orientar y dar un motivo, ganas de vivir, de que la vida no simplemente pasa”, afirmó. “Estas son orientaciones para los creyentes, para que los ayude a salir de sus dudas. Una de las principales misiones que tiene el documento es volver a decir lo que la tradición de la Iglesia ha vivido a lo largo de 2.000 años. Ayuda a entender más la inmortalidad del alma”, aseguró.
De la misma manera, respecto a mantener las cenizas en el hogar, el obispo comentó: “En la casa podrán apreciarlo, quererlo las primeras generaciones que a lo mejor habrán tenido algún contacto pero, en una casa en este mundo de tanta movilidad, que hay una cierta indiferencia ¿qué va a pasar?”. Por lo que insistió: “Por eso, esta instrucción orienta a que es mejor que estén en un lugar sagrado, santo, donde permanecen”.
Finalmente, el prelado invitó a leer estas orientaciones que “de una manera sencilla, da esta instrucción para mirar la eternidad, el alma y el cuerpo, como algo con lo cual podemos dialogar y sentirnos en paz”.+
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