Mons. Ñáñez: la caridad pastoral de Brochero lo condujo a la santidad
Por la mañana, monseñor José Ángel Rovai, obispo emérito de Villa María, presentó ante más de 50 obispos y sacerdotes argentinos el perfil espiritual del beato Brochero, poniendo el acento en la radicalidad de su fe y de su santidad apostólica. Los participantes realizaron luego trabajos en grupo y se generó un muy buen diálogo, fundado en la figura inspiradora de Brochero y en la gracia de la canonización que por estos días ya se siente en Roma.
Los sacerdotes y obispos trabajaron "mirando desde Brochero los desafíos que hoy tenemos como Iglesia, como pastores sobre todo: la centralidad de Jesucristo, el anuncio del Evangelio", expresó en comunicación con AICA monseñor Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, presente en Roma con motivo de la canonización.
Luego, el presbítero Diego Fares SJ, gran conocedor de la vida de Brochero, expuso en una charla magistral sobre el lugar y el significado de los ejercicios de San Ignacio en la vida, en la pastoral y el ministerio de Brochero. Como conclusión, el padre Fares afirmó que mediante los ejercicios, Brochero "acompañó a sus fieles al gran encuentro con Cristo".
La misa, celebrada a las 16 (hora de Roma) en la capilla dedicada a la advocación de la Virgen de la Confianza, fue presidida por el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, quien describió la canonización de Brochero como “un motivo más para vivir con intensidad este Año de la Misericordia”, propuesto por el papa Francisco.
“Nos hemos congregado obispos, sacerdotes y laicos miembros todos del Pueblo santo de Dios que admiramos y somos devotos del Cura Brochero y que queremos participar de este momento singular de gracia que será su canonización”, señaló.
El arzobispo reflexionó ante los sacerdotes sobre la invitación de Jesús a “no temer a los que sólo pueden matar el cuerpo”, a “huir de la hipocresía”, a esforzarse por “vivir en la autenticidad”, “para ser personas sin dobleces, de una sola pieza, de una sola palabra”, y destacó el llamado a vivir en la confianza: “una invitación a redescubrir en cada momento el amor del que somos objeto” y a “dejarnos amar y a descansar en ese amor”.
El prelado recordó además que “el beato Brochero fue siempre dócil a la inspiración del Espíritu Santo y movido por ella, por la inspiración del Espíritu, llevó adelante la admirable obra de evangelizar todo su curato y la enorme tarea pastoral que encaró con incansable entusiasmo”.
“Brochero no dudó nunca de su elección como sacerdote y se sintió constantemente llamado a gastar su vida al servicio de los demás. De manera singular, mostró una dedicación y un cariño especial para con los más pobres, a quienes buscó promover hacia condiciones de vida cada vez más dignas”, señaló.
Al preguntarse cuál era el secreto de la vida santa y el ministerio de Brochero, el arzobispo no dudó: “su generosa correspondencia a la gracia de la caridad pastoral, participación de la caridad de Jesús Buen Pastor”.
“La caridad pastoral lo capacitaba y lo impulsaba a dejarse amar por el Señor, lo capacitaba además para corresponder a ese amor y para amar a todos los hermanos que habían sido confiados a su cuidado, especialmente a los más frágiles”, sostuvo, y aseguró que “esa caridad pastoral vivida con total generosidad condujo al Cura a la santidad que la Iglesia va a poner de manifiesto en breve”.
Para finalizar, el prelado pidió al Señor “la gracia de tener un corazón semejante al de este santo sacerdote” y llamó a los presentes a tener “el propósito de seguir sus huellas, gastando nuestras vidas al servicio del Evangelio y de nuestros hermanos, movidos por un profundo y tierno amor a Jesús y de la mano de la Virgen Santísima a quien el Cura invocaba cariñosamente como ‘su Purísima’”.
Mañana, sábado 15, en la Iglesia Nacional Argentina Santa María de los Dolores, el obispo de Cruz del Eje y co actor de la causa, monseñor Santiago Olivera, presidirá a las 18.30 la misa y a las 21 comenzará la vigilia de oración por la canonización del Cura Brochero. +
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