El primero de ellos, explicó, “se refiere a la profanación de lugares de culto al Dios que adoramos y al Señor que reconocen la Constitución Nacional y nuestra Constitución Provincial”. En segundo lugar, se refirió a “la falta de respeto hacia ustedes, queridos hijos, cuando se interrumpieron celebraciones litúrgicas o se ensuciaron iglesias de manera deliberada, violentando nuestra libertad religiosa y el debido derecho de culto”.
Finalmente, consideró intransigente la medida “que pretende que la referencia a Dios y a Nuestra Madre del Valle sea sacada del ámbito público y de la vida de la sociedad”.
“Como pueblo catamarqueño que vive una profunda religiosidad popular y un entrañable amor a María, la Reina del Valle, desde hace ya casi 400 años, los invito a orar junto con sus familias para que nadie pretenda expulsar a la Madre Morenita y a su Hijo Jesús de nuestros corazones y de cada rincón donde Ellos se erigieron en custodios de nuestra cultura”, animó.+
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