Mons. Martínez explicó el verdadero sentido de ser una Iglesia abierta
“El banquete eucarístico, la misa, está ligada íntimamente a la vida de todo bautizado en una necesaria espiritualidad misionera. La misa, lejos de llevarnos a una actitud intimista de la fe, nos exige que estemos animados para abrirnos y llegar a los que están más alejados de Dios”, explicó en su carta semanal.
“Este es el camino que queremos ir asumiendo en nuestra diócesis y que venimos recorriendo orientados por nuestro Sínodo Diocesano, y el propósito renovado en nuestra última Asamblea de junio, donde buscamos implementar la temática sobre juventud, familia y laicos en nuestras comunidades”, contextualizó.
El prelado señaló que “la Palabra de Dios y la tradición de la Iglesia, permiten profundizar en este rasgo esencial para nuestra época, la de ser una Iglesia que teniendo clara su identidad, sea abierta, y a nosotros como cristianos, que integremos este rasgo tanto en la espiritualidad, como en nuestro estilo evangelizador”.
“Cuando hablamos de una Iglesia abierta que quiere comunicar los tesoros de la revelación, no debemos confundirnos con algunos males de la época, que creen que ser abiertos es ser relativista”, diferenció.
“Ser abiertos es amar, dialogar, escuchar, cambiar, aportar, aprender y recuperar, sin perder la propia identidad. Ser abiertos no es mezclar todo, como una especie de sincretismo o de mezcla del bien y del mal, de valores y antivalores”, precisó.
Monseñor Martínez consideró que la Iglesia debe cuidar sus “tesoros”, entre los que citó a los pobres y excluidos que, afirmó, en sus opciones son “la garantía que estamos en la búsqueda de practicar el Evangelio.
“Alimentados en el banquete eucarístico, en la misa, como nos señala el Evangelio de este domingo, debemos salir al encuentro como discípulos y misioneros de ‘muchos que vendrán de oriente y de occidente, del Norte y del Sur’ invitando especialmente ‘a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos’”, subrayó
“Lamentablemente, el problema de la pobreza se va acentuando mientras que algunos pocos acumulan las riquezas sin consideraciones. Por eso es necesario asumir las problemáticas económicas con verdadero compromiso y más allá de las coyunturas, poniendo en el centro a los más pobres”, concluyó.+
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