Según lo informó la agencia vaticana Fides, el motivo de su muerte podría haber sido un robo en la parroquia de la localidad de Bodibe, el domingo 12 de enero por la noche. El cuerpo del sacerdote fue descubierto por un feligrés, el lunes 13 por la tarde. La policía local se encuentra investigando el asesinato.
El padre Daniël Coryn, superior provincial de los Misioneros Oblatos de María, expresó: “Estamos profundamente afectados por lo que ha sucedido. El padre Jeff fue encontrado atado de pies y manos y con una soga alrededor del cuello. Una muerte terrible para alguien que ha dedicado toda su vida a su misión”.
Según parece los ladrones estaban mal informados, porque “todos saben que no tenía dinero. Estaba al servicio de una comunidad pobre. Usaba cada centavo que poseía para su gente. Regalaba todo lo que tenía”.
Monseñor Victor Phalana de Klerksdorp, obispo de Bodibe, aseguró que la comunidad ha recibido un duro golpe, porque el padre Hollanders estaba “lleno de entusiasmo, vida y dedicación. Formaba parte de la vida de las personas”.
El padre Hollanders nació en Bélgica en 1937. Llegó a Sudáfrica con 28 años y vivió desde entonces en el país. El sacerdote dominaba el afrikáans y tswana, idiomas de Sudáfrica y Botswana.
En el comunicado de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada destacan: “Durante 55 años ha trabajado como misionero dedicado y fiel en la zona de habla tswana, ahora provincia del noroeste de Sudáfrica”, “le gustaba crear nuevas comunidades cristianas”, que posteriormente dieron lugar a la diócesis de Klerksdorp.
“Como sabemos, Jesús murió a manos de otras personas y podemos imaginar que, como el Señor, el padre Jef también diría: ‘Perdónalos porque no saben lo que hacen’”, continúa el comunicado.
El funeral del padre Hollanders tendrá lugar el miércoles 22 de enero, a las 10, en la catedral de Klerksdorp.+
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