“Durante este mes de octubre rezamos por la familia porque sabemos que es un tema central para la vida humana y para proyectar una sociedad, un país, una provincia con valores y con esperanza”, señaló e hizo referencia a la realización del Sínodo de Obispos sobre la familia que preside el papa Francisco en el Vaticano.
“A pesar de tantas propuestas materialistas individualistas, percibimos que la familia continúa siendo un valor apreciado por nuestro pueblo. El hogar es un lugar de encuentro de personas y en las pruebas cotidianas se recrea el sentido de pertenencia”, destacó.
El prelado subrayó que “gracias a los afectos auténticos de paternidad, filiación, fraternidad y nupcialidad, aprendemos a sostenernos mutuamente en las dificultades, a comprendernos y perdonarnos, a corregir a los niños y a los jóvenes; a tener en cuenta, valorar y querer a los abuelos y a las personas con capacidades diferentes”.
“Cuando hay familia, se expresan verdaderamente el amor y la ternura, se comparten las alegrías haciendo fiesta y sus miembros se solidarizan ante la angustia del desempleo y ante el dolor que provoca la enfermedad y la muerte”, agregó.
El obispo lamentó la “profunda contradicción” de la cultura actual que “por un lado la gente en general, pero sobre todo nuestro pueblo sencillo tiene una especial devoción a ‘las madres’ y a ‘la maternidad’, y a tener hijos, considerándolos como un ‘don de Dios’, expresado en los bellísimos sentimientos manifestados siempre, pero especialmente expresados en este día”.
“Y por otro lado asistimos a una desvalorización de la maternidad y ‘antinatalismo’ promovido por grupos reducidos y poderosos, que promueven la anticoncepción para solucionar, sobre todo, el problema de la pobreza, sin recurrir a aquello que es clave para corregir este flagelo que es una mayor y justa distribución de la riqueza, y el ejercicio de una solidaridad más globalizada”, advirtió.
Monseñor Martínez sostuvo que “estos sectores poderosos, organismos internacionales, muchas veces responden a una especie de ‘capitalismo egoísta y salvaje’, manejan grandes megamedios y agreden a las familias, constituidas como es natural por madres, padres e hijos…, como ‘tradicionales’, y ‘conservadoras’. Asombrosamente se visten con el ropaje absurdo de llamarse o autodenominarse ‘progresistas’ y ‘modernos’, cuando en realidad responden contradictoriamente al peor capitalismo con la pretensión de eliminar a los comensales, antes de que lleguen a la mesa”.
El prelado elevó una oración por los candidatos a las próximas elecciones, para que “entiendan que su misión será servir a los demás, y no servirse de los demás” y les pidió especialmente por “la valoración del tema de la vida humana y la familia, para que sean consideradas claves de una construcción social y cultural”.
Por último, monseñor Martínez envió un saludo especial a nuestras madres, y pidió rezar “por la maternidad, con la certeza de que es un don maravilloso de Dios, y por el valor de la familia, los papás y mamás, para que puedan asumir su rol, y por los hijos que son un signo de esperanza”.+
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