El arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello, se acercó a la localidad para consolar y acompañar a los galponenses, asustados por el sismo y angustiados por los daños materiales.
Al inicio del día, el presbítero Eduardo Florencio Pastrana, párroco de San Francisco Solano, sacó la imagen del santo patrono y de la Virgen María a la calle. Luego llevaron las imágenes hasta las casas de los vecinos, muchos de ellos consternados por lo sucedido.
Monseñor Cargnello presidió una misa para la comunidad. Con el patrono, los fieles rezaron y encontraron la paz que se había perturbado al comienzo del día. Más tarde, en diálogo con la prensa, el arzobispo manifestó su dolor por lo ocurrido, y especialmente por la muerte de Alberta Flores, de 94 años, quien murió por los efectos del sismo.
"Como comunidad cristiana sentimos muchísimo lo que ha pasado a la queridísima tía Alberta", dijo el arzobispo. "Esta mujer –agregó- estaba metida en el corazón de nuestra comunidad, porque ha sido la secretaria y madre de varios párrocos que han pasado por aquí".
El pastor salteño llamó a la unión del pueblo para sobrellevar este momento y bregó por la paz. "Habrá que volver a empezar. Quiero pedirles que se queden tranquilos porque me parece que lo peor ya ha pasado, ahora el asunto es unirnos para enfrentar esto, y que sea una ocasión para levantar al pueblo", señaló en diálogo con El Tribuno.
El templo parroquial de San Francisco Solano sufrió fisuras en sus laterales y en el campanario.+
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