El Papa a los jóvenes: “El sexo no es un tabú es un don de Dios”

El Papa a los jóvenes: “El sexo no es un tabú es un don de Dios”

Ciudad del Vaticano (AICA): El papa Francisco mantuvo este lunes 16 de septiembre, un diálogo con un grupo de jóvenes franceses de la diócesis de Grenoble-Vienne. El pontífice contestó las preguntas que le formularon los jóvenes y habló sin tapujos de sexualidad, sobre los males que afligen a la Iglesia, la cercanía a los pobres y del compromiso cristiano en la sociedad, entre otros temas. “El sexo es un regalo que nos da el Señor y tiene dos propósitos: amar y generar vida”, les dijo el Papa.
El papa Francisco mantuvo este lunes 16 de septiembre, un diálogo con un grupo de jóvenes franceses de la diócesis de Grenoble-Vienne. El pontífice contestó las preguntas que le formularon los jóvenes y habló sin tapujos de sexualidad, sobre los males que afligen a la Iglesia, la cercanía a los pobres y del compromiso cristiano en la sociedad, entre otros temas.

Durante el diálogo –publicado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede en la noche del martes–, Thérèse, de 24 años, preguntó a Francisco sobre el amor, sus problemas y la sexualidad, al mismo tiempo que expresó su preocupación por la falta de atención y comprensión por parte de los adultos.

En su respuesta, el pontífice invitó a los jóvenes a no separar nunca la sexualidad “del hermoso lugar del amor” y citó el ejemplo de un matrimonio que conoció durante una audiencia general que, después de 60 años de matrimonio, “todavía se miran a los ojos y se declaran enamorados el uno del otro”.

“La sexualidad, el sexo, es un don de Dios. No es ningún tabú. Es un don de Dios, un don que el Señor nos da. Tiene dos objetivos: amarse y generar vida. Es una pasión, es el amor apasionado. El verdadero amor apasionado. El amor entre un hombre y una mujer, cuando es apasionado, te lleva a dar la vida para siempre. Y a darla con el cuerpo y el alma”, subrayó el Papa.

“Cuando Dios crea al hombre y la mujer, la Biblia dice que los dos son imagen y semejanza de Dios. Los dos por completo, no solo Adán ni solo Eva sino los dos juntos. Y Jesús va más allá y dice: ‘Por esto el hombre y también la mujer, dejará a su padre y a su madre y se unirán y serán’… ¿Una sola persona? ¿Una sola identidad? ¿Una sola fe en el matrimonio?… Una sola carne: esta es la grandeza de la sexualidad”.

Francisco destacó que “se debe hablar de la sexualidad así. Y se debe vivir la sexualidad así: en esta dimensión del amor entre hombre y mujer para toda la vida” en el matrimonio.

“Es cierto que nuestras debilidades y nuestras caídas espirituales nos llevan a usar la sexualidad fuera de este camino que es muy bello, del amor entre el hombre y la mujer, pero son caídas, como todos los pecados. La mentira, la ira, la gula son pecados, pecados capitales. Pero esta no es la sexualidad del amor, es la sexualidad ‘cosificada’, separada del amor y usada para la diversión”.

El Papa dijo que “es interesante cómo la sexualidad es el punto más bello de la creación, en el sentido que el hombre y la mujer han sido creados a imagen y semejanza de Dios, y la sexualidad es lo más atacado por la mundanidad, por el espíritu del mal”.

Al respecto el pontífice preguntó a los jóvenes “ustedes vieron, por ejemplo –no sé si en Grenoble haya– una industria de la mentira? No. ¿Pero vieron una industria de la sexualidad separada del amor, la vieron? ¡Sí! Se gasta mucho dinero con la industria de la pornografía, por ejemplo”, señaló el Santo Padre.

La pornografía, lamentó el Santo Padre, “es una degeneración respecto al lugar donde Dios ha puesto (a la sexualidad). Y con este comercio se hace mucho dinero. Pero la sexualidad es grande. Custodien vuestra dimensión sexual, vuestra identidad sexual. Custódienla bien y prepárenla para el amor, para insertarla en ese amor que los acompañará toda la vida”.

Compromiso de los jóvenes
En otro orden de cosas, el pontífice invitó a los jóvenes a “no decir, no hablar, sino escuchar y hacer, caminando siempre por el camino de la cercanía con el prójimo”, incluso ante los que “critican a la Iglesia, la señalan con el dedo, estigmatizándola por la homosexualidad y la pedofilia”.

Esta es la primera regla, dijo el pontífice a Mathieu, de 16 años, para transmitir el mensaje cristiano, algo que no se hace desde el sillón, sino “saliendo a la calle”. En este sentido, exhortó a los jóvenes a aprender a ser custodios de sus hermanos y a “estar dispuestos a ensuciarse las manos”.

Los pobres y la santidad
Finalizando el diálogo, el Papa instó a los jóvenes a “servir a los pobres” y dijo que eso “no es comunismo sino Evangelio”. “Los jóvenes deben aprender a ponerse a su servicio, sin menospreciarlos, sino inclinándose hacia ellos, porque cuando se toca la “enfermedad” de un pobre, se tocan las heridas de Cristo y se logra vivir concretamente la caridad”.

En su despedida, el Papa no ocultó su amargura por la disminución del número de cristianos y los efectos negativos de la secularización. Como antídoto, propuso “seguir siempre a Cristo, tanto cuando la Iglesia florece como cuando está en crisis, como han hecho los santos. La Iglesia ha salido adelante impulsada siempre por los santos; no por grandes organizaciones, grandes partidos políticos ni grandes instituciones. Son los santos los que abren el camino delante de nosotros”, concluyó. +

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