Mons. Arancedo: “Jesucristo y la fe de los fieles, es la razón del templo cristiano”


Mons. Arancedo: “Jesucristo y la fe de los fieles, es la razón del templo cristiano”




Santa Fe (AICA): “Jesucristo y la fe de los fieles, es la razón del templo cristiano. Lo religioso no existe como una idea sino en cuanto se encarna en un hombre concreto”, recordó el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, y agregó: “El templo se nos presenta, así, como casa de oración, expresión comunitaria de la fe y lugar de la celebración de los misterios de la Pascua, es decir, de los sacramentos. Esta verdad del templo como expresión de la fe del hombre hace a su libertad religiosa. No se trata de un edificio más sino de una realidad viva, en la que se expresa y se vive la fe. Cuando la fe desaparece el templo termina siendo un museo”.

El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, advirtió que el templo “como lugar sagrado no se confunde con lo profano, pero no es ajeno a la vida del hombre. Es más, es el hombre el que lo necesita y lo construye porque responde a su fe y dimensión trascendente. La fe es personal, pero no es algo privado, se la celebra comunitariamente”.

“El templo cristiano tiene en Jesucristo su fuente, él es la ‘piedra angular’, y en los fieles reconoce las ‘piedras vivas’. Su fuente es Jesucristo y su realización en el tiempo es obra de la fe”, subrayó.


El prelados sostuvo que el templo es “una obra de Dios que se eleva como un acto de fe de los fieles que, a modo ‘piedras vivas’, se apoyan en Cristo la ‘piedra angular’: Jesucristo y la fe de los fieles, es la razón del templo cristiano. Lo religioso no existe como una idea sino en cuanto se encarna en un hombre concreto. El templo es parte de esa enseñanza de Jesús que al revelarnos a Dios, nos muestra con su vida el camino de encuentro con él. Jesucristo, especialmente desde la Pascua, es el lugar de encuentro con Dios”.


“El templo se nos presenta, así, como casa de oración, expresión comunitaria de la fe y lugar de la celebración de los misterios de la Pascua, es decir, de los sacramentos. Esta verdad del templo como expresión de la fe del hombre hace a su libertad religiosa. No se trata de un edificio más sino de una realidad viva, en la que se expresa y se vive la fe. Cuando la fe desaparece el templo termina siendo un museo”.


El arzobispo santafesino indicó que “hablar de Jesucristo y de nuestra fe como fundamento del templo, es motivo de gratitud y de alabanza a Dios pero también de responsabilidad y compromiso. ¡Cuánto valoro la delicadeza con el que muchas comunidades, sobre todo humildes, cuidan su templo! Lo considero una expresión ejemplar de la fe. Quiero destacar, además, el deseo de muchos fieles con sus pastores por tener una capilla de adoración perpetua en sus iglesias. En ellas se viven momentos de fe, de libertad y adoración. No se trata de ir a cumplir un precepto, sino expresión de amor y gratuidad de mi tiempo para dedicarlo a lo más importante, a Dios”.


“Me viene a la memoria el pasaje en el que Jesús le dice a Marta, refiriéndose a su hermana María que lo atendía: ‘Marta te inquietas y agitas por muchas cosas…. María eligió la mejor parte, que no le será quitada’. Cuando Dios ocupa un lugar central en nuestras vidas todo se ordena y jerarquiza. Jesucristo no vino para ocupar el lugar del hombre, sino para que el hombre sea más plenamente hombre”, concluyó.+

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