Ángelus del Papa: Como los Reyes Magos, abramos nuestro corazón a Dios
“En los textos proféticos esta luz es promesa. Se promete la luz. Isaías, de hecho, se dirige a Jerusalén con estas palabras: ‘Álzate, revístete de luz, porque viene tu luz, la gloria del Señor brilla sobre ti’. La invitación del profeta aparece sorprendente, porque se coloca tras el duro exilio y las numerosas vejaciones que el pueblo había experimentado”, explicó.
El pontífice indicó que esta invitación “resuena también para nosotros que hemos celebrado el Nacimiento de Jesús y nos alienta a dejarnos alcanzar por la luz de Belén. También nosotros estamos invitados a no detenernos ante los signos exteriores del acontecimiento, sino a partir del mismo, recorrer en novedad de vida nuestro camino de hombres y de creyentes”.
Francisco aseguró que “Jesús, nacido en Belén, ciudad de David, vino a traer la salvación a los cercanos y alejados”.
En ese sentido, “el evangelista Mateo muestra diversos modos con los cuales se puede encontrar a Cristo y responder a su presencia. Herodes y los escribas de Jerusalén tienen un corazón duro, que se obstina y rechaza la visita de ese Niño. Es una posibilidad: cerrarse a la luz”.
El Papa señaló que “ellos representan a cuantos, también en nuestros días, tienen miedo de la venida de Jesús y cierran el corazón a los hermanos y hermanas que necesitan ayuda. Herodes tiene miedo de perder el poder y no piensa en el verdadero bien de la gente, sino en el propio beneficio. Los escribas y los jefes del pueblo tienen miedo porque no saben mirar más allá de las propias certezas, no llegan así a acoger la novedad que está en Jesús”.
En cambio, “bien diferente es la experiencia de los Magos. Venidos de Oriente, ellos representan a todos los pueblos alejados de la fe hebraica tradicional. Y sin embargo, se dejan guiar por la estrella y afrontan un viaje largo y riesgoso para llegar a la meta y conocer la verdad sobre el Mesías”.
“Los Magos eran abiertos a la ‘novedad’, y a ellos se revela la más grande y sorprendente novedad de la historia: Dios hecho hombre. Los Magos se postran delante de Jesús y le ofrecen dones simbólicos: oro, incienso y mirra; porque la búsqueda del Señor no solo implica la perseverancia en el camino, sino también la generosidad del corazón. Y finalmente, retornan ‘a sus países’. Y dice el evangelio que retornaron por otro camino”, señaló Francisco.
En ese sentido, el Papa aseguró que “cada vez que un hombre o una mujer encuentra a Jesús, cambia el camino, regresa a la vida de un modo diferente, regresa renovado, pero en otro camino”.
Los Reyes Magos, continuó el pontífice, regresaron a sus países “llevando dentro de sí el misterio de aquel Rey humilde y pobre; y podemos imaginar que relataron a todos la experiencia vivida: la salvación ofrecida por Dios en Cristo es para todos los hombres, cercanos y alejados. No es posible ‘apoderarse’ de aquel Niño: Él es un regalo para todos”.
“También nosotros –invitó el Santo Padre–, dejémonos iluminar por la luz de Cristo que proviene de Belén. No permitamos que nuestros temores nos cierren el corazón, sino tengamos el coraje de abrirnos a esta luz suave y discreta”.
El Papa aseguró que “entonces, como los Magos, proveeremos ‘una alegría grandísima’ que no podremos tener para nosotros”. “Nos sostenga en nuestro camino la Virgen María, estrella que nos conduce a Jesús y Madre que hace ver a Cristo a los Magos y todos los que se acercan a ella”, concluyó. +
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