La actividad congregó a vecinos, turistas y autoridades políticas, como el intendente Gustavo Barrera y el secretario de turismo local Emiliano Felice.
Durante la celebración, el obispo bendijo el árbol donde mataron a Fernando, del que cuelga su foto junto con rosarios, cruces y estampitas. Además, bendijo una “rosa de la paz”, confeccionada y enviada por el orfebre Juan Carlos Pallarols, que permanecerá expuesta en la parroquia Inmaculada Concepción. Por iniciativa del municipio, se descubrió una placa negra con la leyenda: “El pueblo geselino condena social y jurídicamente estos crímenes”.
“Esta misa tiene un signo profético para pedir por el descanso eterno de Fernando y el consuelo de su familia; por la justicia justa y no la impunidad; y por la conversión de los corazones violentos. La idea es repensar esta sociedad y que busquemos ser artesanos de la paz, como dice el papa Francisco”, expresó monseñor Mestre.
“El perdón es un camino que no implica impunidad. No se puede perdonar y que todo quede como antes. Debe haber una justicia justa que luego permita la opción por el perdón sincero del corazón. Por eso el perdón es un camino que implica reconocimiento de la verdad a partir de la justicia", agregó.
Graciela, la madre de Fernando, emocionó a los presentes con su mensaje: “Él está entre nosotros, nos va a dar esa luz y esa fuerza para estar con ustedes. Verlos a todos ustedes me da energía para seguir luchando. Quiero justicia, que paguen por lo que hicieron”, reclamó.
El papa Francisco se hizo presente a través de una carta enviada al obispo: “Querido hermano: Sé que mañana celebrarán una misa en Villa Gesell al cumplirse un mes del asesinato de Fernando Báez Sosa. Quiero asegurarte mi compañía espiritual ese día. También yo celebraré la Eucaristía por Fernando y sus padres. Por favor, no te olvides de rezar por mí. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Fraternalmente. Francisco”.+
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