Como es habitual, la misa tuvo lugar en el patio del seminario, hasta donde llegaron diferentes "amigos del seminario" y las familias de los nuevos seminaristas. El rector, presbítero Sebastián Escalante, dio la bienvenida a los presentes, en especial a la comunidad de la parroquia Santa Catalina, que como todos los años recibirá a los jóvenes.
En su homilía, monseñor Martínez manifestó la enorme alegría que significa el ingreso de once nuevos seminaristas, porque es “la expresión concreta del amor de Dios”.
En ese sentido, recordó que todos los cristianos estamos llamados al amor, porque “el hombre se plenifica cuando ama y ese amor se hace caridad. El hombre egoísta se va perdiendo y se siente cada vez más solo y enojado”, dijo.
Por otra parte, señaló que “se trata de un momento de profunda acción de gracias a Dios por el reintegro de dos seminaristas y el ingreso de otros nueve jóvenes que respondieron de manera positiva al llamado del Señor y hoy comienzan a morir al hombre viejo para dejar nacer al hombre nuevo, y ser así instrumentos de la evangelización”.
El obispo habló especialmente sobre el amor y el llamado que tienen todos los cristianos a amar, pero no con un amor posesivo, sino con un amor expresado en Jesucristo. Un amor que madura y que crece, que deja morir al hombre viejo, para vivir en Jesús, ese Jesús que nos enseña que el “ojo por ojo y diente por diente” no va con el cristiano, y que “debemos amar hasta a nuestros enemigos”, porque el amor es lo que nos va a permitir vivir en un mundo con más esperanza.
El prelado hizo especial referencia a la evolución del amor que se va dando en cada uno, desde el amor propio hasta llegar al amor que se da por los otros y en ese momento se plenifica.
Para finalizar, pidió la oración de todos “ya que la mies es mucha y los operarios pocos”. Pidió rezar por las vocaciones sacerdotales y por los jóvenes que comienzan el camino rumbo al sacerdocio, para que puedan seguir las enseñanzas de Jesús buen pastor y comprender que el sacerdocio es un llamado al amor que se dona.
Finalizada la misa, se proyectó un video con imágenes sobre la vida de los seminaristas y sobre las actividades que se van a realizar durante el año. El presbítero Escalante les dio la bienvenida a los seminaristas, los llamó por su nombre y luego se tomaron una foto grupal.+
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