Card. Turkson: En Cuaresma “reconciliarnos con Dios y vivir bajo su mirada”
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El cardenal Turkson comentó el mensaje del Santo Padre resaltando en primer lugar que “es una invitación para superar el alejamiento de Dios con la conversión: un retorno a Dios”.
La conversión sola y sin reservas -explicó el purpurado- puede expresar el regreso de una persona a Dios; pero también puede significar el regreso de Dios a su pueblo, después de que la pecaminosidad del pueblo haya alejado a Dios. Pero con la venida de Cristo para compartir la naturaleza de la persona humana hasta el más profundo y último detalle, es decir, la muerte y el entierro, su resurrección y su ascensión a la gloria del cielo, atan tanto a Dios con la humanidad que ya no se puede decir que Dios tenga separado de la persona humana. Ahora es solo la persona humana la que puede separarse de Dios. Por lo tanto, la súplica de Pablo en el Mensaje de Cuaresma para "reconciliarse con Dios", ahora solo puede significar la conversión y el regreso de la persona humana a Dios.
De ahí que el Mensaje de Cuaresma del papa Francisco, señaló el prefecto del Dicasterio para el Servicio Integral de Desarrollo Humano es una llamada a “prepararse para celebrar el misterio de la muerte y resurrección de Jesús con corazones renovados; volver continuamente al misterio de la muerte y resurrección de Jesús en mente y corazón para el crecimiento de su poder espiritual dentro de nosotros y responder libremente al poder espiritual de la muerte y resurrección de Jesús.
“Para el Papa Francisco, entonces, prepararse para celebrar la Pascua con corazones renovados y responder libremente al llamado espiritual de Pascua: la conversión”, explicó el cardenal y agregó: “Para el Papa, una relación de apertura y diálogo fructífero con Dios tiene lugar en la oración: cuando contemplamos a Jesús crucificado y sentimos compasión por él, y junto con él, las muchas personas y situaciones de sufrimiento en el mundo; y los encomiendo a todos a la misericordia de Dios”.
Al respecto el cardenal Turkson subrayó que “para el reconocimiento de nuestra propia necesidad del amor y la misericordia de Dios debemos disponernos a ser misericordiosos y compasivos con los demás, tolerando las deficiencias y la disposición para perdonar. ¡Y esto es muy urgente!”.
“El Mensaje del Papa para la Cuaresma -concluyó- nos recuerda la esclavitud del pecado bajo el cual vivimos, y cómo el pecado deshumanizante hace nuestras vidas y relaciones. Permitirnos reconciliarnos con Dios y vivir bajo su mirada y en el poder espiritual de la muerte y resurrección de Cristo no son solo prácticas religiosas piadosas; sanan a nuestras personas, como seres humanos y sociales. ¡Curan nuestras relaciones, haciendo que nuestras vidas tengan sentido!”+
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