Consultado sobre la experiencia de misión, el seminarista Kevin Martínez reconoció que, al cursar su formación en el seminario de Mercedes-Luján, a 700 kilómetros de la arquidiócesis, “se nos hace complicado conocer muchas de las realidades de nuestras parroquias, de nuestras ciudades, conocer nuestras comunidades, estar cerca de ellos, así que tenemos previsto algunos encuentros en el tiempo de vacaciones, para venir a compartir con los curas algún tiempo de pastoral, conocer las comunidades”.
“Uno de esos tiempos especiales es el tiempo de misión, porque son dos semanas que nosotros invertimos en alguna comunidad del territorio de nuestra arquidiócesis para visitar algunos barrios, compartir con la comunidad, estar presentes en las capillas y ponernos a disposición de lo que pueda necesitar el sacerdote”, explicó.
“Gracias a Dios contamos con personas de la comunidad que nos están apoyando y acompañando para visitar las casas, en algunos de los barrios del pueblo”, valoró el seminarista, y reconoció que, al tratarse de una población pequeña, “gracias a Dios tenemos la facilidad de poder abrazar la realidad de toda la ciudad”.
“Venimos con muchas ganas, contentos de poder compartir este tiempo especial”, expresó Kevin, y afirmó que “siempre es una alegría poder volver a nuestros pueblos, a estar mano a mano con nuestra gente”.+
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