El obispo inició su visita de tres días en la localidad de El Sauzalito, adonde llegó el domingo 4 de octubre. Allí mantuvo un encuentro con los fieles, especialmente con los jóvenes, que luego recibieron el sacramento de la confirmación durante la misa.
El lunes 5, monseñor Barbaro visitó cada una de las instituciones educativas de la zona. Recorrió cada una de las aulas e intercambió palabras con los directivos, el personal docente y los alumnos. Luego visitó el hospital local y rezó por los que trabajan allí, por los enfermos y sus familias. A la tarde se trasladó a El Sauzal y a Wichí.
El martes 6, el obispo visitó las escuelas de Misión Nueva Pompeya. Durante la jornada llegó hasta uno de los parajes –de los casi 60 que comprende la amplia parroquia- conocido como Fortín Arenales, donde celebró la Eucaristía y saludó a cada una de las familias. Concluyó la jornada con una visita al hospital del pueblo.
En la misma localidad, el miércoles 7 de octubre, el prelado recorrió varios parajes y barrios para convocar a la fiesta de Nuestra Señora del Santo Rosario, para la que presidió una misa. Por la tarde pasó por la localidad de Fuerte Esperanza y se entrevistó con los fieles. Su último destino fue Comandancia Frías, donde celebró misa y dialogó con los agentes de pastoral.
La presencia religiosa en esta zona
Algunas zonas de El Impenetrable tienen la atención pastoral de comunidades de religiosas. El obispo dialogó con las hermanas y las animó a continuar la tarea apostólica que vienen desarrollando, especialmente buscando los medios para llegar a las zonas más alejadas.
Las religiosas realizan trabajos de misión, de catequesis, organizan celebraciones comunitarias, atienden a niños y jóvenes y prestan particular atención a la promoción humana, especialmente de la mujer, en gran número aborígenes de la etnia wichí.
En los distintos encuentros y celebraciones, el obispo animó a los jóvenes a soñar con un mundo mejor, para eso insistió que aprovechen bien el tiempo de escuela y que reconozcan sus capacidades, para crecer cada día y poder ser parte de un futuro con más posibilidades.
Por su parte, monseñor Barbaro se comprometió a seguir acompañando y rezando por el trabajo de todas las instituciones. Les pidió que no se sientan solos en la misión, porque Dios ve cada detalle del arduo trabajo que desarrollan. También recordó a un sacerdote difunto y pidió que oren a Dios por las vocaciones sacerdotales.+
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