Mons. Arancedo: Atender a los pobres no es una estrategia pastoral, sino una misión propia de la Iglesia
Santa Fe (AICA): El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, aseguró que “la atención a los pobres es una misión propia de la Iglesia que tiene su fuente en Jesucristo. No se trata de una estrategia pastoral o la respuesta a una emergencia, sino de un acto de fidelidad al Evangelio”. “La fe, bien entendida, tiene una dimensión social y política. No es posible reducir el horizonte de la caridad a una cuestión individual sin referencia a la comunidad. La caridad, que nace de la fe, incluye una dimensión social”, subrayó en su reflexión semanal.
“La vida cristiana tiene en Jesucristo su fuente y modelo. Esto presenta consecuencias que debemos saber leer, para no hacer de la fe solo una cuestión de vida privada. La fe, bien entendida, tiene una dimensión social y política. No es posible reducir el horizonte de la caridad a una cuestión individual sin referencia a la comunidad. La caridad, que nace de la fe, incluye una dimensión social”, subrayó en su reflexión semanal.
Tras citar lo que dice el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, sostuvo que “al pobre, a quien estamos llamados a amar y ayudar, lo debemos considerar en un marco de relaciones que lo condicionan y que reclama una atención mayor al del plano meramente individual”.
“Esto no quita ni disminuye el gesto concreto de ayuda que le debemos a este hermano nuestro necesitado, pero la caridad que se apoya en el evangelio de Jesucristo reconoce una dimensión social que mira a la equidad y solidaridad de la sociedad”, precisó y volvió a citar el Compendio: "Amarlo (al pobre, al necesitado) en el plano social significa, según las situaciones, servirse de las mediaciones sociales para mejorar su vida, o bien eliminar los factores sociales que causan su indigencia".
“Estas mediaciones son, principalmente la política como las diversas instancias en las que la sociedad se organiza para pensar el bien común. ¡Qué triste cuando un cristiano no quiere participar en estas mediaciones de la sociedad! Me atrevería a decir que su fe no ha descubierto el compromiso social de la caridad”, lamentó.
Por último, monseñor Arancedo afirmó que “para la Iglesia el pobre, el que sufre, siempre será un tema evangélico que la compromete, porque en esas situaciones ha querido ocultar su gloria Jesucristo. Es bueno y lo necesitamos, volver a esa simplicidad del evangelio donde Jesucristo nos habla y espera una respuesta. Hagamos nuestra aquella pregunta del evangelio: ¿Cuándo te vimos, Señor?, conocemos la respuesta: ‘Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo’”.+
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