El obispo de San Martín, Mons. Ojea, lavó los pies a 12 presos
En memoria de la lección de humildad que dio Jesucristo a los apóstoles lavándoles los pies, el obispo invitó a los jóvenes privados de la libertad que se encontraban presentes en la misa que estaba celebrando, a representar a esos apóstoles y procedió así a realizar el lavatorio de pies.
Monseñor Ojea recordó en su homilía el momento en que Jesús prepara la cena a los apóstoles y en tal sentido expresó que “Jesús les quiere decir que él los quiere más allá de todos sus pecados, de todas sus heridas y de todas sus debilidades, como si Jesús le dijera a cada uno: Yo te quiero como sos, más allá de lo que hagas; yo te quiero mucho más allá de lo que vos pensás; te quiero antes de lo que hacés; te quiero desde siempre. Yo no me borro, yo estoy al lado tuyo”.
“Desde nuestra mirada misericordiosa -dijo Mons. Ojea- sentimos más que nunca la presencia de Jesús en nuestros hermanos en este contexto de encierro y visitamos al Jesús crucificado en cada uno de ellos dentro de la cárcel”.
“Caminemos juntos con este gozo pascual hacia esta comunión fraternal y el acercamiento a los excluidos”, concluyó el obispo.+
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