La diócesis de Posadas celebra los 15 años de Mons. Martínez como su obispo diocesano
“El 10 de marzo -decía una crónica de aquel día de marzo de 2001- la Iglesia diocesana de Posadas dio la bienvenida en un marco de fiesta popular a su nuevo obispo, monseñor Juan Rubén Martínez. Hubo una jubilosa recepción matizada con bombas de estruendo, toque de campanas y agitar de pañuelos. Una multitud se reunió frente a la catedral para la ceremonia de toma de posesión, en la que estuvo presente el nuncio apostólico, monseñor Santos Abril y Castelló, diez obispos argentinos, dos obispos paraguayos y uno del Brasil, y numerosos sacerdotes de la región del Nordeste”.
Reseña breve del ministerio episcopal de Mons. Martínez
Luego de casi 7 años de servicio a la Iglesia como obispo de Reconquista, llegaba monseñor Martínez con el lema “Predicamos a Cristo Crucificado” para asumir las funciones de Pastor de esta porción de la Iglesia que le encomendaba el papa Juan Pablo II, hoy san Juan Pablo II.
Entre sus preocupaciones más urgentes estaba la atención de las parroquias y sus numerosas capillas mediante el número suficiente y la adecuada formación del clero, promoviendo las vocaciones sacerdotales y la conformación institucional del seminario diocesano Santo Cura de Ars, con un proyecto formativo, equipo de formadores y profesores de modo que pueda realizar la formación específica de los futuros sacerdotes.
Asimismo, en orden a promover la identidad del pueblo de Dios y acompañar el proceso de integración en la unidad, conformó el Proyecto Loreto, con el fin de alentar la tarea de recuperar la memoria histórica de la primera evangelización y renovar las raíces de la fe cristiana. De este modo, se creó el Centro de espiritualidad y peregrinación de Loreto, constituyéndose la peregrinación diocesana desde el año 2002 en un acontecimiento culminante de la vida diocesana.
Atento a las situaciones de precariedad y deficiente calidad de vida de tantas familias misioneras resolvió impulsar, mediante Caritas diocesana con la participación de parroquias, colegios y movimientos, el gesto cuaresmal del aporte del 1% de los ingresos para ayudar a mejorar la vivienda, ampliarlas, arreglar sus techos y sanitarios.
Con el fin de afianzar la obra de la educación católica iniciada por monseñor Jorge Kemerer, y atender a su complejidad en las situaciones actuales, creó la vicaría para la Educación Católica (hoy secretaría episcopal de Educación católica), acompañó la gestión de creación y ampliación de los diversos institutos con servicios, carreras, capacitación. Particularmente alentó el espíritu de comunión y el acompañamiento a las instituciones educativas en la realización del proyecto educativo de la diócesis mediante la Junta de Educación Católica.
Un comentario aparte merece la gestión con el fin de crear la Universidad Católica de las Misiones, dándole un decidido apoyo y compromiso personal para el logro de este proyecto soñado por monseñor Kemerer, iniciado por la Fundación Jorge Kemerer y concretado en su realidad actual por monseñor Martínez, y gracias al aporte de profesionales, medios e instituciones privadas y estatales que lo hicieran posible
Mientras tanto el crecimiento poblacional como la movilidad humana debido a las relocalizaciones y políticas que llevan a muchos a asentarse en la ciudad, y de modo particular la creación de numerosos barrios de viviendas, hicieron necesaria la creación de nuevas parroquias y replantear sus jurisdicciones y la distribución del clero. Para ello, se fue afianzando el seminario diocesano y el Obispo ordenó numerosos sacerdotes y diáconos permanentes, instituyó ministros, alentó la vocación y tarea de los laicos promoviendo su formación mediante la Escuela de Formación de Agentes de Pastoral y el Instituto de Teología y Pastoral.
Con motivo de los 50 años de creación de la diócesis, monseñor Martínez promovió la realización del Primer Sínodo Diocesano (año 2007) de tal modo que la diversidad de la Iglesia diocesana participe y ponga en común la riqueza espiritual y pastoral de quienes conforman la gran familia/pueblo de Dios al servicio de la evangelización, y se afiance el camino sinodal de comunión y participación. Para ir plasmando este espíritu de comunión se promovió la realización de Asambleas diocesanas y la conformación de consejos pastorales parroquiales.
Entre otras acciones destacadas en su ministerio pastoral se encuentra también su decisión de que la fiesta del Corpus Christi se realice de una manera festiva, pública y comunitaria en la ciudad de Posadas, participada por parroquias, colegios e instituciones.
Asimismo, teniendo en cuenta la diversidad de comunidades, situaciones y realidades en la diócesis, con el fin de una mejor atención pastoral de los fieles, promovió la creación de la diócesis de Oberá y acompañó a su primer obispo, monseñor Víctor Arenhardt.
Todo esto, sin dejar de atender su responsabilidad propia de pastor y obispo de una Iglesia que vive intensamente, demandando la presencia y acompañamiento del Obispo en tantos proyectos y acontecimientos, como en áreas y actividades propias de una Iglesia con una gran riqueza por la diversidad de servicios en la evangelización y la caridad.+
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