Pbro. Fronza: “El Tribunal Eclesiástico no es burocracia, sino caridad pastoral”

Pbro. Fronza: “El Tribunal Eclesiástico no es burocracia, sino caridad pastoral”

La Plata (Buenos Aires) (AICA): El presidente del Tribunal Eclesiástico de La Plata, presbítero Javier Fronza, en un artículo titulado ¨Caridad pastoral y labor del tribunal¨, subrayó que la labor de la institución ¨no es burocracia, sino caridad pastoral” como tampoco lo es el trabajo de las parroquias o de la curia diocesana porque “primero se consideran las personas, y luego ‘los papeles’”.

El presidente del Tribunal Eclesiástico de La Plata, presbítero Javier Fronza, subrayó en un artículo titulado “Caridad pastoral y labor del tribunal” que dicha institución “no es burocracia, sino caridad pastoral”.

“Esta tarea de atención pastoral hacia los fieles separados o divorciados que dudan sobre la validez de su matrimonio o sospechan de la nulidad del mismo -dijo el presbítero Fronza- es un proceso de acompañamiento en el ámbito de una situación que habitualmente es dolorosa para las partes”.

El Tribunal Eclesiástico brinda, a través del tiempo, apoyo con la oración, consejos y la inserción, con modalidades distintas según las circunstancias, en la vida parroquial.

“Porque es un deber de justicia de la Iglesia el esclarecer la verdad sobre el matrimonio celebrado entre dos bautizados. Es más, los fieles tienen derecho a ello. Por esta razón, verdad, justicia y caridad se entrelazan en la cualidad pastoral de esta tarea”, aseguró el presidente del tribunal.

Y agregó que “toda labor pastoral está siempre impregnada de la caridad. San Juan Pablo II expresó: ‘También la justicia y el derecho estricto - y por lo tanto las normas generales, las sanciones, y las demás manifestaciones jurídicas típicas, cuando se hacen necesarias- se requieren en la Iglesia para el bien de las almas y son por lo tanto realidades intrínsecamente pastorales’”.

Por lo tanto, como sostuvo el presbítero Fronzi, la labor del Tribunal no es “papeleo”, sellos, tomar declaraciones, etcétera, sino que “es una labor pastoral con personas que, por particulares situaciones que viven, requieren una especial atención a fin de que se sientan acogidos por una Iglesia misericordiosa, que integra y está siempre cercana a todos”.

Finalmente, como consecuencia, aseveró que, “la labor del Tribunal no es ‘burocracia eclesiástica’, como tampoco lo son la parroquia o la curia diocesana: primero se consideran las personas, y luego ‘los papeles’, que son necesarios para acercar una solución a estos fieles en situación de dificultad matrimonial o familiar”.

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