El cardenal Poli llamó a redoblar los esfuerzos para aliviar el dolor de los más pobres
El purpurado porteño pidió poner la inteligencia al “servicio del bien común” y llamó a que “el genio que muchas veces nos distanció se convierta en el genio para que todo argentino y emigrante de buena voluntad tenga techo, tierra y trabajo, lo elemental”.
“Que no nos paralicen las estadísticas, sino más bien que no perdamos la sensibilidad para escuchar y redoblar esfuerzos y servicios ante el dolor de los más pobres, de las familias que sufren la humillación por carecer de lo esencial”, sostuvo.
“Que la atención priorice a los niños y a los ancianos, los más vulnerables, cuidarlos es asegurar el futuro de la patria independiente y libre”, agregó.
El cardenal Poli rogó a Dios para que “las promesas no defrauden a la gente, ni alimenten el desaliento y el desencuentro entre hermanos de esta gran familia que habita la casa común que es nuestra nación”.
“Danos coraje para crear espacios y mesas donde compartir la sabiduría del diálogo, donde las ideas superen las ideologías y donde nadie se levante hasta encontrar acuerdos razonables y duraderos de los que dependen tantas vidas, proyectos y sueños”, pidió.
El primado argentino pidió a la Dios que bendiga al pueblo argentino, a fin de poder celebrar “con gratitud y orgullo el bicentenario de nuestra nación, para que se transforme en un tiempo de encuentro fraterno entre los argentinos”.
Al servicio religioso de acciones de gracias asistieron, además del presidente Macri acompañado por su la primera dama Juliana Awada, otros ministros de su gabinete y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y su esposa.
Asimismo, participaron del oficio religiosos representantes cristianos, ortodoxos, judíos, budistas y musulmanes, además de Rosalia Gutiérrez en representación de los pueblos originarios.+
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