Mons. Azpiroz: “Consuela que seguimos gritando ni una más o ni uno menos”
La procesión salió de la parroquia María Auxiliadora, luego de más de 18 horas de adoración al Santísimo Sacramento, y siguió por Murature y luego por Bernardo de Irigoyen. Frente al Hogar del Anciano, los fieles se detuvieron para rezar por los abuelos.
La misa fue concelebrada por el arzobispo coadjutor de Bahía Blanca, Fray Carlos Azpiroz Costa, el arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Guillermo Garlatti, y numerosos sacerdotes.
En la homilía, monseñor Azpiroz Costa recordó que del mismo modo que el pan adquiere a través de signos especiales la esencia de la Eucaristía, la vida misma del hombre corresponde al gesto propio de Dios al ofrecerla.
“Del mismo modo Dios nos toma, nos elije, nos bendice, nos parte para ser compartido en comunidad y nos ofrece como señal viva de su amor. Los mismos gestos de la consagración eucarística que celebramos en su nombre hasta su regreso”, afirmó.
Monseñor Azpiroz Costa hizo referencia al reciente hallazgo sin vida de la niña Micaela Ortega, de 12 años y desaparecida hace 35 días, al expresar que deseaba desde el dolor de la pérdida y del sentido que adquiere el hecho, que este acontecimiento no haya sido en vano
“Lo saben las familias visitadas por el dolor y hoy estamos llorando un gran dolor. Y sabemos que quitar el cuerpo del lugar que corresponde es el drama más grande que una comunidad puede tener. Todos hoy lloramos. Consuela saber que la sangre derramada por amor es mucho más que la que ha sido derramada por el odio. Consuela hoy saber que seguimos gritando ni una más o ni uno menos. La sangre derramada por todos dice Jesús”, concluyó.+
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