Mons. Frassia recordó que en Pentecostés nació la Iglesia
Asimismo, aseguró que “el Padre y el Hijo envían su Espíritu, y de allí la importancia de saber que el Espíritu de Dios -presente en la Iglesia para siempre- nos guía, nos ilumina, nos alimenta, nos purifica, nos entusiasma, nos brilla y nos envía a anunciar este mensaje a todos nuestros hermanos”.
“Cristo Resucitado muestra a los Apóstoles que Él nos da su paz; una paz que es verdadera, estable, para siempre; no es un momento fugaz, la fugacidad, la caducidad, aquello que dura brevemente, eso no. Dios, con su Espíritu nos da una paz que llega al alma, que está, que permanece con nosotros y para nosotros.”, aseveró.
Invitó a no tener miedo porque es “Él está en nosotros, con nosotros, camina con nosotros”, y no “guardarse la paz de Cristo”, porque Cristo nos envía a “llevar su nombre a los demás”.
“Que tengamos conciencia de lo que Dios nos confía; que tengamos gratitud de recibir todo lo que Él, en su misericordia, nos quiere ofrecer; que vivamos convencidos como Pueblo de Dios; que no nos guardemos para nosotros lo que tenemos que llevar a los demás. Cristo y su Espíritu quieren contar con nosotros y que nosotros contemos siempre con Él”, concluyó el prelado.
Ver homilía de Mons. Rubén Frassia completa.+
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