El templo, que comenzó a erigirse no bien se conocieron las posibilidades de que el Cura Brochero fuera canonizado, es una estructura de estilo barroco colonial y tiene una capacidad para 180 personas.
La celebración eucarística congregó a unas 400 personas que colmaron las instalaciones de la capilla y alrededores, en un espacio acondicionado por el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha), que tiene a su cargo las obras del complejo de viviendas.
Monseñor Martínez realizó la bendición de las instalaciones y del altar del templo, donde los domingos se celebrará la misa, y también se impartirán los sacramentos.
En la homilía, monseñor Martínez destacó la importancia de este nuevo templo, al afirmar que “es todo providencial”. “Siempre hablamos del crecimiento poblacional y demográfico de nuestra diócesis, que no es casualidad fue la que más creció de todo el nordeste en este último tiempo. Y es muy importante destacar que este es el primer templo del país bajo la advocación del Cura Brochero y por eso decimos: ‘Amén y pedimos su especial protección y bendición’”.
El prelado agradeció a las autoridades presentes del Estado provincial que hicieron posible la construcción del templo. “Uno siempre toca puertas, y es importante que estas se vayan abriendo para celebrar el amor de un padre que siempre está atento a las necesidades del pueblo y de sus hijos. Es bueno poder pedir el templo o las instalaciones para la Iglesia, y que las personas escuchen y pongan a disposición su talento y también la mano de obra”, agregó.
El obispo valoró también la importancia de la presencia de la Iglesia en los asentamientos de la ciudad y del trabajo cotidiano, al asegurar que “es importante agradecerle a Dios por tantos corazones dispuestos a colaborar y amar trabajando en la propagación de la fe. Además en esta misa ponemos todo esto en la balanza y tenemos que decir. ‘Amén al Señor por el trabajo de esta comunidad que recién empieza y que sigue trabajando para estar más unidos y ser más fraternos’”, y le pidió especialmente al San Cura Brochero que “ayude a no bajar los brazos y estar siempre perseverando para dar a conocer su amor y su obra con Jesús Resucitado”.
Por otro lado monseñor Martínez insistió en destacar la figura del nuevo santo argentino y dijo que “la devoción del Cura Brochero a la Virgen María, con el profundo y cálido título de ‘Mi Purísima’, nos abre a su amor hondo y concreto, muy atento a las necesidades de cada persona. Como la Virgen en las Bodas de Caná, también Brochero supo decir a Jesús: ‘No tienen agua’, ‘no tienen educación’, ‘no tienen caminos’, ‘no tienen medios acordes para encontrarse como hermanos y comercializar sus productos’”.
“Él hizo lo que Jesús dijo: ayudó a todos sus contemporáneos a escuchar esa misma voz que abre las cataratas del amor de Dios y que se vuelca en el amor concreto al hermano: abrió escuelas, fue pionero en abrir un colegio para niñas, proyectó el ferrocarril, y entre todos hicieron caminos, acequias, diques, telégrafos, y la misma Casa de Ejercicios. Durante su breve período en la ciudad de Córdoba, nombrado capellán de la cárcel, veló con amor de padre por las necesidades físicas y espirituales de sus hermanos privados de libertad”, detalló.
Monseñor Martínez aseguró que “Brochero nos anima, como bautizados, a salir a las fronteras, ‘de tal manera que la unción llegue a todos, también a las periferias, allí donde nuestro pueblo fiel más lo espera y valora’. A ir hacia los que no conocen el amor de Dios porque no se les ha anunciado o porque la cruda realidad que les toca vivir les habla de que Dios pareciera estar ausente de sus vidas. Nos invita a compartir con ellos cuánto Dios los ama”.+
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