El presidente Mauricio Macri convocó por decreto a la Mesa para la Producción y el Trabajo, que reunirá a funcionarios, empresarios y sindicalistas, a fin debatir “la creación de empleo, la protección del valor adquisitivo del salario y el crecimiento de la producción”.
En una carta dirigida al Presidente y a los integrantes de la Mesa, el Episcopado reconoció que se haya asumido “un camino de encuentro y de diálogo que la Argentina espera y necesita”.
La misiva fue enviada desde el Vaticano por monseñor José María Arancedo, presidente de la CEA, y monseñor Carlos Malfa, secretario general, donde los obispos participaron de la canonización del Cura Brochero.
“Consideramos que es un momento de responsabilidad en la clase dirigente, llamada a generar fuentes de trabajo que promuevan la libertad y la dignidad de las personas”, subrayaron, y agregaron: “No nos olvidemos que la mayor pobreza es no tener trabajo”.
Los obispos recordaron además que “nuestra mirada privilegia a los que menos tienen y necesitan del compromiso político y social de quienes tienen en sus manos la posibilidad de crear un desarrollo integral”.
Por último, los miembros de la Comisión Ejecutiva de la CEA elevaron su oración “para que este camino que se inicia dé los frutos esperados por la comunidad nacional” y le hicieron llegar su afecto a Macri y a los integrantes de la Mesa, pidiendo “a Dios que los ilumine en esta iniciativa, para que el diálogo social se profundice al servicio del bien común”.+
Texto de la carta
Señor Presidente
Ingeniero Mauricio Macri
y miembros de la Mesa por la Producción y el Trabajo:
Valoramos esta convocatoria a la Mesa por la Producción y el Trabajo que hace al bien y al desarrollo de nuestra amada Patria. Reconocemos que han asumido un camino de encuentro y de diálogo que la Argentina espera y necesita.
Consideramos que es un momento de responsabilidad en la clase dirigente, llamada a generar fuentes de trabajo que promuevan la libertad y la dignidad de las personas. No nos olvidemos que la mayor pobreza es no tener trabajo.
Nuestra mirada privilegia a los que menos tienen y necesitan del compromiso político y social de quienes tienen en sus manos la posibilidad de crear un desarrollo integral.
Elevamos nuestra oración para que este camino que se inicia dé los frutos esperados por la comunidad nacional.
Les hacemos llegar nuestro afecto y pedimos a Dios que los ilumine en esta iniciativa, para que el diálogo social se profundice al servicio del bien común.
Firman:
+ José María Arancedo, Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina.
+ Carlos H. Malfa. Obispo de Chascomús. Secretario General de la Conferencia Episcopal Argentina.+
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