Francisco añadió que no se trata de una comunidad uniforme: “Se habla, italiano, inglés, español, muchas lenguas; es una comunidad de periferia”, y señaló que “el Papa en esto imita al Espíritu Santo: también él descendió del cielo a una pequeña comunidad en el cenáculo”.
El pontífice recordó que “esa comunidad, con temor, se sentía pobre, perseguida quizás o dejar a parte, le da el coraje, la fuerza la parresía para ir adelante y proclamar el nombre de Jesús. Las puertas de esa comunidad de Jerusalén que estaban cerradas por el miedo o la vergüenza se abren de par en par y sale la fuerza del Espíritu”.
Al respecto, ensayó una comparación: “El Papa pierde el tiempo como lo perdió el Espíritu Santo en aquel tiempo. Sólo dos cosas son necesarias: en esa comunidad estaba la madre y en esa comunidad se daba la caridad, el amor fraterno que el Espíritu Santo ha derramado en ellos. ¡Ánimo, adelante, sin miedo!”, concluyó.
Azerbaiyán posee una población de 9 millones de habitantes, de los cuales sólo 570 personas son católicas. Existe una sola parroquia y un centro pastoral. Tiene un vicario apostólico (no obispo) y siete sacerdotes. Hay además tres religiosos que no son sacerdotes, siete religiosas profesas, dos misioneros laicos y cuatro catequistas.+
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