Francisco: "Las obras de misericordia, el mejor antídoto al virus de la indiferencia"
"Hemos reflexionado sobre el actuar del Padre en el Antiguo Testamento - dijo -, y luego a través de las narraciones evangélicas, vimos cómo Jesús es la encarnación de la Misericordia", subrayó ante la multitud reunida en la Plaza de San Pedro.
El pontífice advirtió que “no es suficiente haber experimentado la misericordia de Dios en nuestra vida, debemos ser su signo e instrumento a través de pequeños gestos concretos”.
“Estos tienen valor a los ojos del Señor, hasta el punto de ser el criterio sobre el que seremos juzgados. La Iglesia ha llamado a estos pequeños gestos ‘obras de misericordia corporales y espirituales’, que tocan las exigencias más importantes y esenciales de las personas”, agregó.
Francisco sostuvo que “en un mundo donde reina la indiferencia, las obras de misericordia son el mejor antídoto contra ella, porque nos educan a estar atentos a las necesidades más elementales de nuestros ‘hermanos más pequeños’ y vulnerables”.
El Papa adelantó que en las próximas catequesis “meditaremos sobre cada una de estas obras, que son el modo concreto de vivir la misericordia, y hacer nuestra fe viva y operosa con la caridad”.
Texto completo de la catequesis y saludo en español
Queridos hermanos y hermanas:
“En las catequesis anteriores hemos reflexionado sobre el misterio de la misericordia de Dios, desde el actuar del Padre en el Antiguo Testamento hasta el de Jesús, quien a través de las narraciones evangélicas, se nos muestra, en sus palabras y en sus gestos, como la encarnación misma de la Misericordia.
“No es suficiente haber experimentado la misericordia de Dios en nuestra vida, debemos ser su signo e instrumento a través de pequeños gestos concretos. Estos tienen valor a los ojos del Señor, hasta el punto de ser el criterio sobre el que seremos juzgados. La Iglesia ha llamado a estos pequeños gestos «obras de misericordia corporales y espirituales», que tocan las exigencias más importantes y esenciales de las personas.
“En un mundo donde reina la indiferencia, las obras de misericordia son el mejor antídoto contra ella, porque nos educan a estar atentos a las necesidades más elementales de nuestros «hermanos más pequeños» y vulnerables. En las próximas catequesis meditaremos sobre cada una de estas obras, que son el modo concreto de vivir la misericordia, y hacer nuestra fe viva y operosa con la caridad.
“Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los provenientes de España y Latinoamérica. Que el Espíritu Santo encienda en nosotros el deseo de practicar las obras de misericordia, para que nuestros hermanos sientan presente a Jesús, que no los abandona en sus necesidades sino que se hace cercano y los abraza con ternura. Muchas gracias.+
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