Mons. Frassia: “La oración nos hace más buenos y nos expresa como cristianos”
“Así como es vital tener oxígeno y aire para respirar y seguir viviendo, la oración es ese seguir viviendo para el alma, para nuestra vida, para el trato con todas las personas”, señaló el obispo y agregó: “La oración consiste en peticionar, pedir, suplicar, también en interceder, agradecer, contemplar… ‘No te pido nada, sino que te agradezco porque Tú estás y puedo contar contigo’”.
“La oración -aseguró- es el fundamento de saber que el otro, Dios, me escucha. Como una mamá que sabe perfectamente lo que su hijo va a decirle, aunque su hijo todavía no se lo contara, así también Dios sabe lo que nos pasa. Todas nuestras fragilidades, debilidades, inseguridades, miedos, temores… Dios los sabe, pero quiere que se lo expresemos. Esto marca la importancia de salir de nosotros, tomando lo nuestro y ofrecérselo confiadamente a Dios”.
Asimismo, afirmó que “Dios no es injusto” y que “espera que nosotros le pidamos”. Luego, rogó que “vuelva la oración a nuestra vida”, “que nos demos un poco de tiempo”.
“Que dentro del día agitado que tengamos, tomémonos diez o quince minutos, que seamos capaces de hacer un poco de silencio donde sea -en el colectivo, en casa, caminando, contemplando la naturaleza-, pero que ese tiempo se lo dediquemos al Señor y retomemos así nuestra vida, nuestra actividad y pongámosla en oración”, pidió.
“La oración, aunque no lo creamos, nos hace más buenos, nos humaniza y nos expresa como cristianos”, concluyó exhortando al santo Cura Brochero “que nos ayude a confiar en Dios y a servir a los demás”.+
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