La Jornada de oración había sido convocada por la Conferencia Episcopal Nicaragüense, en un comunicado del 22 de agosto pasado, en el que los obispos expresaron que “en tiempos de crisis y de tensión, es fácil sucumbir a la tentación de la violencia, pero esto nunca resuelve los conflictos. Hacemos un llamamiento a todos los nicaragüenses para que actúen pacíficamente, con respeto por las decisiones legítimas de cada persona y evitando cualquier cosa que amenace la integridad física y moral de los demás. La paz es un don de Dios, pero también es fruto de la justicia y del compromiso humano”.
El 6 de noviembre, 3,4 millones de ciudadanos nicaragüenses tendrán que dirigirse a las urnas para elegir al presidente de la República y a 90 diputados de la Asamblea Nacional.
En su mensaje a la Nación, los obispos señalaron que “un católico debe decidir conscientemente si con la opción que elija está colaborando a la construcción de una sociedad más justa, favoreciendo el bien común de toda la población y abonando al fortalecimiento de un sistema político democrático y pluralista”.
Tras referirse a “situaciones de hecho” y “decisiones irregulares” creadas en torno a los comicios, el mensaje de los obispos invitó a que “cada ciudadano decida y actúe desde el interior de su conciencia, libremente y sin miedo a ningún tipo de coacción exterior”. +
El presidente Daniel Ortega buscará en las elecciones del 6 de noviembre su tercer mandato sucesivo, esta vez de la mano de su esposa, Rosario Murillo, como candidata a la vicepresidencia por el gobernante Frente Sandinista.
La oposición, que fue excluida de los comicios a causa de una cuestionada decisión del poder judicial controlado por el oficialismo, llamó el 15 de agosto a la ciudadanía a abstenerse de votar, o votar nulo en protesta ante lo que considera “una farsa electoral” y advirtió que la postulación de la pareja presidencial encaminará a Nicaragua hacia una “dinastía familiar”.+
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