La conferencia contó con las intervenciones del cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos; monseñor Fabio Fabene, subsecretario; el padre Giacomo Costa SJ, secretario especial de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos; y el padre Rossano Sala, SDB, secretario especial de esta XV Asamblea.
El documento presentado describe las variedades, las esperanzas y las dificultades de los casi 2 mil millones de jóvenes, de entre 16 y 29 años.
Está estructurado en tres partes: “reconocer, interpretar y elegir”, y trata de ofrecer las justas claves de lectura de la realidad juvenil, basándose en diversas fuentes, entre las que se encuentra un cuestionario en línea que agrupa las respuestas de más de 100 mil encuestados.
Algunos de los temas que se tratan son las relaciones familiares, el aumento de las familias monoparentales, la violencia, los abusos sexuales, la pederastia, el desempleo y también el papel de la mujer y la homosexualidad.
También se reconoce la dificultad de algunas conferencias episcopales “para entender el contexto y la cultura en la que viven los jóvenes” y cree que uno de los problemas se encuentra en que “hoy en día, la relación entre jóvenes y adultos ya no es un conflicto generacional sino más bien la incomunicabilidad recíproca”.
La Iglesia se encuentra frente a un desafío fundamental también porque muchas parroquias han dejado de ser “lugar de encuentro” y esto es reflejo de que existe “una dificultad de las instituciones religiosas para sintonizar con la conciencia moderna” y expresarse en un lenguaje inteligible para los jóvenes”.
El documento expresa también preocupación porque “un gran número de jóvenes procedentes de las áreas más secularizadas no piden nada a la Iglesia porque no la consideran una interlocutora significativa para su existencia” e incluso los hay que “piden expresamente que los dejen en paz porque sienten su presencia molesta e incluso irritante”.
Su origen estaría en parte en “los escándalos sexuales y económicos sobre los que los jóvenes piden a la Iglesia reforzar la tolerancia cero contra los abusos sexuales”.
Por su parte, los jóvenes expresaron su deseo de que “la Iglesia sea una institución que brille por su ejemplo, competencia, corresponsabilidad y solidez cultura” y que “compartan su situación de vida” y “no solo sean sermones”.
Piden también a la “jerarquía eclesiástica” que la Iglesia sea “transparente, acogedora, honesta, atractiva, comunicativa, accesible, alegre e interactiva”.+
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