El anuncio de la sentencia se produjo hoy miércoles 31 de octubre entre fuertes medidas de seguridad con efectivos de la policía por temor a que sucediesen violencias contra los jueces y hacia la misma Asia Bibi.
“La sentencia de muerte se anula. Asia Bibi es absuelta de todos los cargos”, afirmaron los tres jueces, Saqib Nisar, Asif Saeed Khosa y Mazhar Alam Khan Miankhel, después de haber leído el veredicto de 56 páginas.
Algunos grupos radicales guiados por imanes, ya han decretado que se opondrán a la sentencia de liberación. En muchas ciudades de Punjab se registraron manifestaciones y bloqueos en las calles. Muchas escuelas cristianas advirtieron a los padres para que fuesen a buscar a sus hijos a la escuela porque habrían cerrado los edificios por temor de violencias.
“No veo el momento de abrazar a mi madre. ¡Finalmente nuestras oraciones han sido escuchadas!”, expresó Eisham Ashiq, hija menor de Asia Bibi en declaraciones a Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN).
Por su parte, el esposo de Asia Bibi, Ashiq Masih, declaró que “es la mejor noticia que podíamos recibir, ha sido dificilísimo estar lejos de mi esposa durante estos años y saber que ella estaba en esas terribles condiciones. Ahora finalmente nuestra familia se reunirá, aunque lamentablemente dudo que podamos quedarnos en Pakistán”.
“Estamos muy felices. El Señor ha escuchado nuestras oraciones por Asia y de todos los que le han apoyado. Hoy es un gran día que recordaremos para siempre. La justicia ha triunfado y una inocente finalmente es libre”, aseguró Joseph Nadeem, abogado de Asia Bibi.
Asia Bibi fue condenada a muerte el 7 de noviembre de 2010 por un tribunal de Punjab. Había sido arrestada por blasfemia en junio de 2009, después de una discusión con algunas colegas suyas en la cual ella defendió su religión. Las otras mujeres, que con Asia Bibi y sus dos hijas son trabajadoras agrícolas, la incitaban a que renunciase a su religión y a abrazar el islam. Asia Bibi les respondió hablando de cómo Jesús había muerto en la cruz por los pecados de la humanidad, y preguntó a las otras mujeres qué hubiese hecho Mahoma por ellas.
Las mujeres entonces le pegaron y también a sus hijas e incitadas por el imán local y por un grupo de hombres, la acusaron de blasfemia. La policía la tomó en custodia, para salvarla de una feroz multitud. Pero después de más de un año de cárcel fue condenada a muerte.
Por su liberación se declararon el entonces gobernador de Punjab, Salman Taseer, musulmán que luego en 2011 fue asesinado y el católico Shahbaz Bhatti que en ese tiempo era el ministro por las minorías, también él asesinado algunos meses después.
La ley antiblasfemia se instauró en los años 80 y desde entonces se han producido más de mil acusaciones por este delito que puede conllevar la pena de muerte, aunque nadie hasta ahora ha sido ajusticiado por este delito.
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