Según las noticias enviadas a Agencia Fides, el 25 de octubre algunos hombres armados interceptaron el vehículo de las monjas que regresaban de un funeral cerca de Agbor, a 40 kilómetros al oeste de Issele-Uku.
Los asaltantes dispararon para detener el vehículo y algunas balas alcanzaron al menos a dos de ellas en las piernas. Raptaron a otras cinco religiosas.
En declaraciones a la prensa local, un sacerdote de la diócesis de Issele-Uku aseguró: “Recen por la liberación de las cinco religiosas capturadas en Agbor y por las otras dos hermanas que estaban en el mismo vehículo y que fueron disparadas en las piernas”.
El secuestro de las religiosas es solo el último de una serie de incidentes similares que llevan ocurriendo desde hace tiempo en el estado del Delta y en otras áreas del sureste de Nigeria.
Un sacerdote de la misma diócesis de las secuestradas, de Issele-Uku, incluso ha sido raptado dos veces. El padre Andrew Anah, párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón en Obomkpa, fue secuestrado por segunda vez el 5 de junio y luego liberado a principios de julio. La primera vez que se lo llevaron fue en 2017 y fue puesto en libertad unos días después. +
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