El cronograma del encuentro comenzó haciendo una memoria agradecida del camino recorrido hasta el momento: se compartieron los resultados de la consulta misionera y al Pueblo de Dios. El himno del sínodo hizo vibrar al estadio y, a continuación, se sucedieron testimonios de distintos agentes pastorales que, a lo largo del año, participaron en el camino sinodal.
Desde el Hogar del Abrazo Maternal, Silvia describió al Sínodo como “una llamada para ponernos al servicio de Dios. Con la ayuda de la pastoral, sabemos que estamos anclados en la misericordia de Dios. Ella abre sus manos para recibir a la gente de buena voluntad”. La mujer comparó el Hogar del Abrazo Maternal con el camino del Sínodo, “porque en el hogar somos como recién casados pobres, pero confiamos que Dios es grande y va a proveer todo lo que necesitamos”, expresó.
El padre Juan Bautista Xatruch compartiendo su testimonio sinodal
El grupo “Sagrada Teatro” participó del encuentro con una representación en el escenario que plasmó los desafíos, contrariedades y alegrías que el camino implica. Las actitudes para “entrar en clima sinodal” son “la espiritualidad de comunión, la cercanía y la escucha”, anunciaron los organizadores a la comunidad presente.
Luego, el papa Francisco se hizo presente en la pantalla gigante: un videomensaje sorpresa emocionó a los presentes. “Pongan en práctica el apostolado de la oreja”, “Defiéndanse del clericalismo”, “Cuídense de la mundanidad, de las colonizaciones ideológicas, de los chismes”, fueron algunos de los consejos que el Papa dejó a los integrantes del Sínodo Arquidiocesano. Al tiempo que dijo que sigue las alternativas del sínodo "a través del boletín eclesiástico”.
“Caminen, no estén quietos. Caminen para encontrarse, para escucharse, para luchar, para reflexionar juntos. Fortalézcanse con las bienaventuranzas y con Mateo 25. Y todo esto, acompañado de la oración, que es lo más importante”, les dijo el Papa.
A su término, el joven Maxi Larghi realizó una invocación al Espíritu Santo con acción de gracias por el camino y motivó a los presentes a renovar sus promesas bautismales.
La Iglesia de Buenos Aires que acudió al Luna Park, cerca de las 17, salió a la calle y se movilizó hacia la catedral metropolitana. Una vez allí, con la Virgen de Luján como cabecera, el cardenal Poli realizó un envío a los grupos misioneros, para continuar con renovado entusiasmo la consulta misionera sinodal.
“El rostro misericordioso de Dios, la razón última de nuestra vocación misionera, queridos bautizados, es el amor de Jesús que hemos recibido a manos llenas”, expresó el purpurado porteño, frente a la catedral, al realizar el envío. “Esa experiencia de intimidad de ser salvados por el que no puede amarnos más. Él quiere siempre más”, continuó.
Luego invitó a recordar el deseo del papa Francisco: “Que el mundo actual, que busca a veces con angustia, a veces con esperanza, pueda recibir la Buena Nueva (…) a través de ministros del Evangelio cuya vida irradie el fervor de quienes han recibido ante todo el sirio, la alegría de Cristo”.
Por último, el cardenal Poli invocó a la Virgen de Luján, “la primera discípula misionera de Jesús”: “Digo estas palabras detrás de ella, que es ejemplo, ella es la que sale y nos anticipa. Animémonos, tengamos coraje, sigamos a la Virgen que siempre recorre nuestros barrios, que siempre nos acompaña".
"Virgencita de Luján te pedimos que nos animes, nos consueles, que nos tomes de la mano y nos enseñes siempre a salir al encuentro”, concluyó, y luego bendijo y despidió a los fieles.+
Publicar un comentario