Lo afirmó en su comentario del sábado 13 de octubre en el programa Claves por un Mundo Mejor que se emitió por el Canal 9 de TV.
Dirigiéndose a los amigos televidentes, el prelado inició su comentario diciendo: “Yo comienzo sonriente este momento con ustedes, queridos amigos, pero en realidad lo que voy a comentar es para llorar, o para protestar si ustedes se atreven. Probablemente recuerden que les he hablado hace tiempo de una ley de la provincia de Buenos Aires, la ley 14.744, de educación sexual integral. Una ley imperiosa, que no respetaba la libertad de educación propia de los padres de familia, de las instituciones religiosas, etc. Pues ahora han inventado una peor, es decir está en curso de promulgación una ley peor que aquella. Vamos de mal en peor, efectivamente, sobre el mismo tema”.
Una ley que ataca y acusa a las iglesias
Y prosiguió: “Fíjense los fundamentos que ponen los diputados que han dado media sanción a este proyecto. Dice: “las instituciones confesionales presentan la situación más grave ya que la ley 26.150 autoriza a las iglesias a dictar la educación sexual según sus preceptos obscurantistas, prejuiciosos y discriminadores”. Esta ley, la 26.150, aliviaba un poco lo que prescribía la ley 14.744 porque ponía a las instituciones religiosas en situación de presentar y explicar sus propios proyectos.
Luego dice: “La Iglesia Católica es hoy quien encabeza la resistencia a la legalización del derecho al aborto valiéndose de su lugar privilegiado como Estado dentro del Estado. Ante las prácticas binarias que llevan a la invisibilidad de la heterodisidencia, la homosexualidad, las infancias y adolescencias trans y problemáticas como el aborto y el embarazo adolescente los y las estudiantes denuncian una falta de educación sexual que abarque todas estas cuestiones de manera crítica, científica y con perspectiva de género”.
Una ley que pretende imponer la ideología de género
“Esto -señaló el arzobispo emérito- es lo que dicen los diputados de la provincia de Buenos Aires; y lo que nos quieren imponer ahora los legisladores provinciales es la perspectiva de género o, mejor dicho, la ideología de género, por la cual ya no hay más sexo, varón o mujer, sino una variedad de géneros, según la cual cada uno es lo que cada uno interiormente siente. Uno es lo que siente que es, y no lo que es por lo que es por su naturaleza. La ideología de género niega que exista una naturaleza humana, una naturaleza de la persona varón, una naturales de la persona mujer”.
“Luego están los artículos de la ley que ya ha sido votada por los diputados de la Provincia. Dicen por ejemplo “Todos los educandos y las educandas tienen derecho a recibir educación sexual integral científica, laica y con perspectiva de género en los establecimientos públicos de gestión estatal y privada dependiente de la Dirección General de Educación de la Provincia”.
Estudiantes y lobbies homosexuales serán organismos de aplicación
“Ahora lo interesante, lo asombroso, es quién va a aplicar esto: “El organismo de aplicación estará a cargo de una Comisión integrada por representantes de la Dirección General de Educación, Centros de Estudiantes de las Escuelas Secundarias e Institutos Terciarios, sindicatos docentes, representantes de organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual y de género”.
“O sea que pone la educación sexual de los alumnos bonaerenses en manos de los lobbies de homosexuales y trans. Yo me pregunto: ¿los padres de familia no tendrán nada que opinar? ¿Y si no quieren que les enseñen eso a sus hijos? ¿Y las instituciones privadas, sean religiosas o no, que tienen su propio ideario, por qué tienen que recibir los mandatos de esta Comisión tan curiosamente integrada?”.
Uno de los fines de la ley es la crítica a la visión religiosa
“La finalidad, dicen, es “desarrollar una sexualidad plena y permitir el desenvolvimiento de una crítica a cómo se expresa en las relaciones entre las personas en el presente de nuestra sociedad. Una toma de conciencia a través del debate con un abordaje laico y científico y la crítica a toda perspectiva religiosa, oscurantista, opresora, discriminatoria, coercitiva o explotadora en la sexualidad y a toda forma de abuso y violencia sexual”.
“Insisto que esto los diputados de la Provincia lo han votado levantando la mano, como suele hacerse y este proyecto pasó de la Comisión a la Sala. No fue estudiado y discutido como correspondía, fue votado y “en paquete” como tantas otras cosas. Lamentablemente esta es la responsabilidad de los diputados de la provincia de Buenos Aires”, comentó monseñor Aguer.
“Sigo leyendo el artículo 6: “La educación sexual integral científica, laica y con perspectiva de género será de carácter obligatorio como materia con espacio curricular propio y contenidos transversales en todos los niveles y modalidades del sistema educativo de la Provincia desde el nivel inicial hasta el nivel superior de formación docente, la educación técnica no universitaria, tomando en consideración la edad del educando con sentido de gradualidad y especificidad”. Esto quiere decir -comentó el prelado- que no se salva nadie, ni los niños de jardín de infantes”.
Falta la aprobación del Senado
“¿En qué manos -se pregunta monseñor Aguer- caerá la educación de los educandos bonaerenses? Dice además el texto: “La materia se va a dictar en forma de taller, dos horas de cátedra semanales, promoviendo la participación de los centros de estudiantes, sindicatos docentes, organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual y de género, distintos especialistas para abrir un debate colectivo que apunte a examinar críticamente la sexualidad y las relaciones entre las personas en el presente de nuestra sociedad”. Lo que se quiere es que los chicos, finalmente, aprendan que no existe una naturaleza humana, que no hay sexo sino que hay género, géneros, variedad de géneros y que cada uno elige el género que quiere ser, vivir, practicar. Esto es lo que la Ley Provincial pretende imponer y digo que pretende porque falta que esto pase por el Senado y falta luego que la Señora Gobernadora la promulgue. Vamos a ver qué pasa”.
Una ley contraria a la libertad…
Finalmente monseñor Aguer expuso el siguiente esbozo de una conclusión suya a este proyecto que acababa de comentar.
1) Esta Ley es contraria a la libertad de educación, integralmente considerada, la libertad de educación que es un derecho constitucional inalienable.
2) Es contraria a la libertad de los padres a elegir el tipo de educación que desean para sus hijos, máxime en un área tan delicada, tan importante, para la formación de la personalidad.
3) Es contraria a la libertad que asiste a las instituciones de gestión privada que tienen derecho a aplicar sus respectivos idearios.
4) Es contraria a la libertad de la Iglesia y de otras confesiones religiosas, que deben enseñar la visión del hombre y del mundo concorde con su fe.
5) Es totalitaria y destila odio, como ustedes ya escucharon, en sus fundamentos. Y es odio contra la Iglesia y contra la naturaleza humana.
6) La ideología de género es otra versión del marxismo. Y esto es lo que no se sabe frecuentemente, pero se ve en el talante de esta ley. Así como en el marxismo se daba a la oposición dialéctica entre opresores y oprimidos, capitalistas y obreros, aquí también se da la oposición dialéctica de varones y mujeres. Se quiere suprimir la heterosexualidad natural en los niños y jóvenes.
7) Esta ley es inconstitucional. Se preguntarán: ¿Cómo los diputados van a votar una ley inconstitucional? Sí, y no es la única vez. El artículo 199 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires dice que los escolares bonaerenses deben recibir una educación integral, de sentido trascendente, según los principios de la moral cristiana respetando la libertad de conciencia. Eso dice la Constitución de la Provincia y este proyecto de ley o media ley que ya es, dice todo lo contrario”.
“¿Qué vamos a hacer entonces? Se los comento porque hay muchos bonaerenses que nos ven, muchas maestras y maestros, profesores, directivos de la empresas educativas de distinto nivel… ¿Qué vamos a hacer? ¿Quedarnos callados la boca?”
La última instancia: el veto de la Gobernadora
“Creo que hay que protestar claramente contra esto. Hay que esperar que los senadores sean sensatos y no les hagan pisar el palito. Y hay que esperar que, en todo caso, si lo aprueban los senadores, la Señora Gobernadora vete este mamarracho dañino e inconstitucional, que es un avance feroz contra la libertad de educación. Por eso, al principio, les decía que no era para reírse. ¿Qué vamos a hacer? Hay que llorar un poco y rezar, rezar mucho. Que la Virgen Santísima nos ayude”, concluyó monseñor Aguer.+
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