En este sentido, el prelado consideró: “En estos últimos días de la Cuaresma no podemos dejar de reflexionar sobre la necesidad del perdón y la reconciliación, como imprescindibles para llevar a cabo una real renovación personal y social”.
“Si repasamos nuestra historia personal y familiar y sobre todo social, seguramente nos encontraremos con muchas situaciones y zonas de enfrentamientos y diferencias que parecen insalvables o rencores profundos, que están muchas veces enraizados en el pecado propio o de los demás”, sostuvo, y agregó: “Estas formas oscuras necesitan la luz de la reconciliación y reclaman el perdón que nos exige nuestra condición de cristianos”.
En su carta semanal, monseñor Martínez subrayó: “Podemos afirmar con certeza que el único camino que nos lleva a la paz, tanto personal, como social es el perdón”.
“En nuestra provincia podemos decir que la gran mayoría nos decimos cristianos y hay una religiosidad importante, pero ¡qué lejos estamos de practicar este componente esencial de nuestra fe que es el perdón y la reconciliación!”, reconoció.
El obispo expresó que es “realmente gravísimo el odio, la venganza y la práctica ‘del ojo por ojo y diente por diente’, que practican nuestros dirigentes que se dicen cristianos”.
“Nuestra gente capta este medioambiente marcado por el odio, y realmente estoy convencido que está cansada de la falta de magnanimidad y de grandeza. El futuro será de aquellos que sepan respetar la diversidad, saliendo de la violencia que genera el ‘pensamiento único’ y que sepan proponer e instalar una sociedad donde se pueda vivir con espíritu de perdón y reconciliación”, concluyó.+
Publicar un comentario