Texto del comunicado
El Obispo de Neuquén, ante la reciente detención del R.P. Héctor Coñuel SDB (Cuchi) ocurrida el día martes 26 de noviembre de 2019, en la parroquia María Auxiliadora, de Chos Malal, hace llegar la comunidad diocesana la siguiente información:
1. En el año 2017 la Inspectoría Salesiana, solicitó al entonces Obispo de Neuquén, Mons. Virginio Bressanelli scj, autorización para que el mencionado sacerdote resida en la Comunidad Salesiana de Chos Malal, en vista de que se encontraba en curso el proceso penal canónico y el proceso penal secular, a raíz de una acusación por un supuesto hecho de abuso ocurrido en la obra salesiana acaecido en la ciudad de Trelew, Provincia del Chubut, diócesis de Comodoro Rivadavia. Este pedido se fundó en la necesidad de que aguarde los resultados de ambos procesos en una obra salesiana en donde no se tenga la responsabilidad institucional de un colegio.
2. El permiso se otorgó, no concediéndole las licencias ministeriales para el ejercicio público del ministerio sacerdotal.
3. Frente al desarrollo del proceso penal secular, la policía se presentó en la casa salesiana de Chos Malal con el mandato de proceder a la detención del mencionado sacerdote.
4. Es de destacar, tal como lo informa el comunicado de la Inspectoría salesiana, que la congregación siempre estuvo a disposición de cooperar con la justicia en lo que se le requiriese.
Finalmente, tal como nos lo pide el Papa Francisco en el Motu Proprio “Vos estis lux mundi” (ustedes son la luz del mundo) les recuerdo: “Los delitos de abuso sexual ofenden a Nuestro Señor, causan daños físicos, psicológicos y espirituales a las víctimas, y perjudican a la comunidad de los fieles. Para que estos casos, en todas sus formas, no ocurran más, se necesita una continua y profunda conversión de los corazones, acompañada de acciones concretas y eficaces que involucren a todos en la Iglesia, de modo que la santidad personal y el compromiso moral contribuyan a promover la plena credibilidad del anuncio evangélico y la eficacia de la misión de la Iglesia. Esto sólo será posible con la gracia del Espíritu Santo derramado en los corazones, porque debemos tener siempre presentes las palabras de Jesús: «Sin mí no podéis hacer nada» (Jn 15,5). Aunque ya se ha hecho mucho, debemos seguir aprendiendo de las amargas lecciones del pasado, para mirar hacia el futuro con esperanza”.
Fernando Martín Croxatto, obispo de Neuquén
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