Mons. Fernández: “No es tiempo de condenar ni salir con violencia”
Al respecto, el prelado consideró que actualmente reina “la cultura de la muerte” y haciendo alusión a la edad del victimario, de 14 años, lamentó que no se les dé a los jóvenes la posibilidad de escucharlos, de estar cerca.
En ese sentido, llamó a “hacernos cargo de que uno no quiere vivir en una sociedad así”, y mencionó especialmente el drama de la pobreza. “Cuando se les da la posibilidad, los pobres tienen mucho para ofrecer”, señaló.
Consultado sobre los recientes dichos del presidente electo respecto a la legalización del aborto, y las duras declaraciones de monseñor Aguer, el obispo señaló: “Los obispos hemos nacido con ese Evangelio donde se nos pide amar, querer la vida, respetar la vida, pero también hay que respetar al que piensa distinto”.
Sin embargo, señaló, “podré decir que no estoy de acuerdo y pedir que se respete esa idea que uno tiene de cuidar la vida, pero sobre todo si uno quiere cuidar la vida no puede salir, en una sociedad que está tan tensionada, con los tapones de punta y empezar a despotricar y terminar con más condena que hasta la misma muerte del otro” sostuvo.
“No es tiempo de condenar ni de salir con violencia protestando, el hombre hoy tiene la posibilidad de dialogar, de escucharse”, afirmó, y ante la posibilidad de un nuevo debate sobre el aborto, consideró que “el país está 50 y 50, entonces no le metamos más leña al fuego: o yo quiero que el país se incendie y termine esto de una vez por todas, o pongámonos en una mesa, tratemos de dar fundamentos, escuchemos a aquel que no quiere realizar un acto que su propia conciencia le pide que no haga, pero tampoco impongamos, porque vamos a terminar en un país de libres para unos y de esclavos para otros, y creo que en eso en la Argentina hay que madurar mucho más”.
Sobre la reciente encuesta que indica una disminución en el número de argentinos que profesan la religión católica, monseñor Fernández expresó: “Hace 20 días tuvimos la reunión de todos los obispos argentinos, y ahí ya la UCA había presentado esta baja de católicos dentro de la misma Iglesia, con la misma proporción que dio esta última encuesta. En eso, gracias a Dios, lo primero que hicimos fue aceptar y darnos cuenta de un mea culpa que hace rato viene haciendo la Iglesia, porque no es solamente en la Argentina”.
Recordando las palabras del papa Francisco, cuando era arzobispo de Buenos Aires, y enfrentándose al fenómeno de la baja en el número de fieles respondió: “¿Se están yendo? Vamos a buscarlos”, el obispo aseguró: “Este hombre cambió la mirada: ‘Vayan a las periferias, y de las periferias vengan al centro’”, animando a “escuchar a los más pobres, a los más humildes”.
“Podemos trabajar todos juntos, escucharnos para que las grietas vayan disminuyendo, los distintos políticos, la economía, la responsabilidad de los empresarios, una buena educación, donde realmente la Argentina pueda estar a la altura, donde la salud tenga la importancia que merece”.
“Uno sabe que en cualquier momento puede explotar, por eso, ya que va a comenzar una etapa nueva, que aunque pensemos distinto podamos tener entre todos una mesa, porque lo que está pasando en otros países es muy doloroso”, lamentó.
“Hay que dejarlo muy en claro: la Iglesia no está para meterse en política, por lo menos desde el pensamiento católico”, señaló, porque “cuando la ley se pone por encima del amor, del diálogo y del encuentro, el hombre falla también”.+
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