El comunicado recuerda las palabras del papa Francisco en su encíclica Laudato si’: “Creyentes y no creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es esencialmente una herencia común”. “La tradición cristiana nunca reconoció como absoluto o intocable el derecho a la propiedad privada y subrayó la función social de cualquier forma de propiedad privada”, mencionaron y citaron al papa San Juan Pablo II para recordar que “Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno”.
En este sentido, recalcaron el respeto por “los derechos humanos, personales y sociales, económicos y políticos, incluidos los derechos de las naciones y de los pueblos”. Y con claridad afirmaron: “La Iglesia defiende, sí, el legítimo derecho a la propiedad privada, pero enseña con no menor claridad que sobre toda propiedad privada grava siempre una hipoteca social, para que los bienes sirvan a la destinación general que Dios les ha dado”.
Advierten que “no es conforme con el designio de Dios usar este don de modo tal que sus beneficios favorezcan sólo a unos pocos”. “Nos preocupa que tengamos que estar siempre sospechando de las intenciones no claras o viciadas de una mentalidad mercantilista”, declaran sobre la reciente ley de Bosques. Del mismo modo, “observamos con asombro el descuido legislativo sobre el Proyecto de Ley 11.520 sobre el cuidado del agua”.
“Esto nos debe llamar a la reflexión, si somos conscientes de la responsabilidad social que tenemos en este tiempo y espacio de nuestra historia”. “Toda utilización de los recursos genuinos de la naturaleza necesita de una verificación y certificación garantizando el cuidado real del medio ambiente, que ‘no sólo sea dicha, escrita o declamada’, sino hecha real”.
La comisión de Pastoral Social anima a “caminar con y por la verdad” y concluye rogando a María Auxiliadora, “que nos ayude a cuidar la tierra de todos”. Más información en la página de Facebook de la diócesis de Neuquén.+
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